lunes, octubre 09, 2006

La dura belleza de las transexuales


Necesitamos encontrar la belleza de la transexualidad para demostrar a los ojos de todos que nuestra experiencia es digna de existir y exalta la condición humana.

La transexual se planta desafiante, ésa es nuestra belleza. Durante muchos siglos ha tenido que ser sobre todo un desafío contra el código de género que regía en la sociedad entera y todavía lo es así en América Latina, donde las transexuales o travestis desafían cada noche la muerte a manos de las bandas paramilitares y cada día la marginación en las fraternales condiciones de la pobreza y, por eso justamente son trans, son orgullosas, existen, sobreviven.

Pero cuando, como aquí ahora, el código de género se ha abierto y hemos vencido el desafío contra el resto de la sociedad, que ha tenido que dejarnos sitio para que nos sumemos a ella, sin más coste que algunas miradas hostiles -eso sí, asesinas en secreto- y algunos insultos diarios, nuestra belleza ya no está en la batalla que hemos tenido que ganar contra los códigos sociales sino en los propios y particulares desafíos que nos han hecho transexuales. Porque, según lo que entiendo, no hay transexual que no lo sea por una herida.

Una herida que hubiera podido ser de muerte, pero a la que se ha sobrevivido, precisamente haciéndose transexual.

Con cuánta frecuencia empleamos las transexuales la palabra guerreras para definirnos. Porque nos hemos visto obligadas a hacer la guerra con los que nos han despreciado o no han querido responder a nuestra ansia de cariño con un cariño semejante al nuestro, o valorándonos proporcionalmente a como los hemos valorado.

Hay muchas lágrimas y mucha rabia escondidas en la experiencia transexual y ésa es nuestra belleza. Nos hemos plantado ante las personas a las que queremos, vistiéndonos con ropa de mujer, hormonándonos, operándonosde de esto o de lo otro, para decirles: "A ver si así me ves bella, a ver si así me valoras por fin, a ver si este desmesurado heroísmo me hace digna de atención para ti..."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Kim,

Yo no pienso, pero en absoluto, que nos hacemos transexuales y menos aun por una herida (entiendo que no dices una herida física).

No voy a generalizar, porque para eso ya hay otros sitios (muchísimo menos divinos, por supuesto)

Yo particularmente creo firmemente que nací ya siendo transexual, incluso que cuando el o la Sr/Sr.Espermatozoide se unió a el o la Sr/Sra.Ovulo, yo ya era transexual.

En definitiva (¿)Porque no creer que somos una especie de mutación genética, que se está desarollando durante millones y millones de años y las/los presentes transexuales somos las raices del iceberg(?)

Menuda pregunta, y eso que no me he fumado un porro, que si lo llego a hacer....aunque no es una pregunta dirijida ni a ti, ni a nadie, es una reflexión mía, por lo tanto te dejo a tu libre albedrío si es una pregunta o no, así que coloco entre parentesis los signos de interrogación.

Un beso