- Un capítulo nuevo para "Transexología práctica"
DECONSTRUCCIÓN DE LA SEXUALIDADPor Kim PérezDesde la mitad del siglo XX viene viéndose como se deshace la anterior visión de la sexualidad como una realidad compacta, para dejar lugar a la visión de una realidad articulada.La compacidad de la sexualidad hacía pensar que era tan natural que los varones fueran masculinos y amasen a las mujeres como que éstas fuesen femeninas y amasen a los varones. Todo eso se daba en un contexto de extrema represión de la sexualidad, que impedía hablar libremente de toda ella, excepto de sus manifestaciones más platónicas o idealizadas.Ya sabemos que fue el movimiento homosexual el que creó la palabra “heterosexual”, que permitía objetivar esa realidad normativa y ponerla en perspectiva junto a otras.De la misma manera, fue la vida de cada día de otras personas, en principio sin nombre, la que fue creando las condiciones de la mayor deconstrucción de la sexualidad. Siempre, pese a todos, algunas personas habíamos decidido vivir cruzadamente respecto a nuestro sexo (Hacia 1954 busqué ansiosamente en la Enciclopedia Espasa una palabra que me definiera, sin encontrarla)Fuera de las palabras (o conceptos o etiquetas) se podía vivir más libremente. Lo que había en común entre muchas personas cuyas experiencias eran sin embargo bastante distintas era el cruce decidido respecto al sexo fenotípico, el olvido de la compacidad. Miles de personas lo venían haciendo desde hacía milenios, expresándose mediante los medios de que se dispusiera: en culturas desnudas, era trabajando cruzadamente, o cortándose el cabello cruzadamente; en otras, mediante el vestido y la pintura; en unas pocas (Roma, India), mediante la emasculación, con riesgo de muerte. Todo ello quedaba subsumido en la extrema marginalidad respecto a la norma o en el más severo de los armarios.En 1952, en gran parte de Occidente (no en el ámbito de la dictadura de España) se habló ampliamente de Christine Jorgensen, que se había hormonado por primera vez (y por cuenta propia) y se había operado por el doctor Christian Hamburger, en Dinamarca. Empezaba a conseguirse cierta respetabilidad, para nuestras decisiones. Poco a poco empezaron a crearse conceptos o etiquetas, que conformaron una jerarquía de cambios, que afectaba a la valoración e incluso a la autoestima social, y por tanto podía dar lugar a decisiones por autoestima o prestigio, no profundamente motivadas.Sin embargo, había una notable variedad en las decisiomes personales. Unas personas, minoritarias, deseaban un cambio quirúrgico y social, y fueron llamadas transexuales (Cauldwell, en los cincuenta, Benjamin, más profundamente, en 1966; la palabra se difundió por todo el mundo) Otras personas, mayoritarias, deseaban el cambio hormonal y social, pero no necesitaban el quirúrgico de genitales, y fueron llamadas transgenéricas, o bien no deseaban más que el cambio social, permanente o esporádico, y fueron llamadas travestis o transvestistas. Ni siquiera ha sido recogido que otras personas, una extrema minoría, en la que me encuentro yo, deseamos el cambio quirúrgico de genitales, pero no el cambio social, o podríamos conformarnos con un cambio social que reconociese lo ambiguo. No tenemos nombre todavía (2012); podríamos llamarnos transgenitales.En 1968, Robert Stoller, sobre la base de la experiencia de las personas transexuales, descubrió o conceptuó en su obra “Sex and Gender” la primera articulación en la realidad sexual humana, la distinción entre sexo y género; mostró que el sexo corporal no es lo mismo que el género conductual (e incluso que pueden estar cruzados)Esta afirmación fue fundamental para el movimiento feminista, puesto que permitió a muchas mujeres separar su sexo de un género que resultaba estar culturalmente limitado por una política patriarcalista represiva de unos treinta siglos (desde la Edad de Hierro)Si se consideraba que ser mujer era igual a ser ama de casa, en pocas palabras, las mujeres que no deseaban definirse como amas de casa serían menos mujeres. Pero la distinción entre sexo y género permitió ver que a una realidad como mujeres por sexo podía corresponder una infinitud de conductas de género. Por tanto, la liberación de la mujer estaba conseguida en su propia conciencia, paso previo a su liberación social.En el caso de las personas llamadas transexuales o transgenéricas o travestis, todavía mayoritariamente marginales o en el armario, todavía muy aisladas, lejos de cualquier planteamiento teórico, sin que supiésemos nada de estos planteamientos, estaba justificándose de hecho, en nuestras vidas, por iniciativa propia, por creatividad, nuestra propia distinción extrema entre sexo y género. No solo era que el sexo fenotípico pudiese quedar totalmente cruzado con el género, sino que era legítimo o comprensible intentar una reasignación del propio sexo fenotípico.= = =Otra deconstrucción de la compacidad tardó más tiempo en comprenderse. El punto de vista generalizado era que las mujers tenían que ser andrófilas y los varones ginéfilos (heterosexuales unas y otros) salvo homosexualidad entendida como anomalía o vicio.El feminismo, pensando ya en esas fisuras entre sexo y género, aprendió a pensar en diferencias entre sexo y orientación, o identidad y orientación. No era obligatoria la compacidad de las mujeres como andrófilas, heterosexuales. Esta compacidad era una obligación de la represión milenaria. Si se podía concebir que una mujer estuviera fuera de la función de género como ama de casa (si así lo prefería), también se podía concebir que una mujer estuviera fuera de la orientación heterosexual.Por tanto, también era posible concebirse como mujer (transexual) ginéfila, lesbiana. O bisexual. También los hombres (transexuales) podían ser andrófilos, y de hecho algunos empezaron a definirse como gays, o bisexuales. No fue fácil, ni inmediato.La transexualidad estaba siguiendo su camino hace siglos sin nombre y sobre un esquema tan simple como el de “anima mulieris in corpore virile inclusa” o una alternativa como “animus virilis in corpore femminile inclusus”. Quienes teníamos que abandonar la compacidad de los sexos, ansiábamos pasar a una realidad tan compacta como la que queríamos abandonar: en el caso de la no-masculinidad, pasar a una unidad orgánica, psíquica, erótica, afectiva, maternal, laboral (“sus labores”)… La feminidad era una, todas las mujeres son iguales, si yo quiero ser mujer, yo tengo que ser en todo como todas las mujeres.Entre las personas transexuales, este descubrimiento tiene fecha. Para mí (lo digo sin sentimiento, nada más que lo recuerdo por la importancia de la constatación) fue en una tarde en la que en un horizonte luminoso y melado, bajo unas nubes pesadas de tonos marrones, flotaban unas nubecillas más pequeñas, aisladas, como barcos; paseaba por el barrio del Zaidín, en Granada. Esa tarde asimilé la no/compacidad y pensé que me liberaba, aun sintiendo alguna desazón. Colectivamente, para las personas transexuales, esa fecha está en los ochenta.Desde entonces, treinta años después, esta lección es de cultura general trans. Lo primero que aprende cualquier persona trans, al incorporarse a nuestro ambiente, es que “identidad no es orientación”. Con este sencillo axioma puede entenderse a sí misma, si le es preciso, o a sus pares, en caso de que no los entendiere.No hay obligación de heterosexualidad. La sexualidad es y debe ser impetuosa, espontánea, fluida. Si una regla contradice esta impetuosidad, no puede ser regla. La prueba de que no puede haber una relación heterosexual fluida si una persona de las dos no es heterosexual es el efecto en la otra persona; una convivencia sexual sin deseo solo es posible si hay mutuo acuerdo en primar otras razones, como el afecto o el interés. No puede haber obligación, para quien no lo desea, de exponer a otra persona a su indiferencia.Tampoco hay obligación de filiación. No se puede tener hijos si no se quieren. Mi aversión a la masculinidad que rechacé fue tan intensa, que pensé que no podría tener hijos varones sin quizá aborrecerlos y que no podía arriesgarme.= = =En la actualidad, la deconstrucción de la sexualidad en los elementos que la articulan está llegando a ser usual en las vidas de los adolescentes y los jóvenes transexuales. Estamos a principios del segundo decenio del siglo XXI y ya llevamos sesenta años de liberación transexual.Hay personas transexuales de hoy que aspiran a llegar a una compacidad cruzada: pretenden ser mujeres femeninas y andrófilas u hombres masculinos y ginéfilos; pueden conseguirlo, incluso pasar inadvertidos en la masa de la población mayoritaria si la detención hormonal de la pubertad lineal se establece desde la adolescencia; sin embargo, que el procedimiento de cruce sea posible, asegura que su nueva sexualidad es posible gracias a la deconstrucción.Ésta es más visible en otras personas, a las que llamé hace tiempo “outers” o “outgenders”, palabra que solo se usó después en Japón, en paralelo. Estas personas juegan muy libremente con las articulaciones de la sexualidad y pueden llegar a no definir con precisión ni identidad ni género ni genitales ni orientación. Pueden ser ilimitadamente variables en cada uno de estos ámbitos, superando incluso las definiciones de la transexualidad. Pueden tener hijos con naturalidad (Thomas Beattie, precedido por los “hombres/mamá de Ecuador) Abren un futuro no delimitado, radicalmente deconstruido, en el que la estabilidad de la persona es sobre todo la de la conciencia de sí y la de su conducta moral respecto a otras personas.
viernes, agosto 24, 2012
Deconstrucción de la sexualidad
viernes, agosto 17, 2012
Manualito de Subjetividad y Objetividad
MANUALITO
DE SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD
Por Kim PérezActualizado, 17 de agosto de 2012, con el epígrafe 5, Cosmología.
Puesto
que es realista resumir en dos páginas los descubrimientos fundamentales de la
Filosofía en general, debe serlo también intentarlo con los más discutibles de
mi filosofía en particular. Lo intento aquí.
=1.
INTUICIÓN DEL YO.
Estaba en el corredor alto de casa de mi
abuela y tenía diez años, cuando sentí con toda claridad: Yo soy yo. Esta oración no es redundante, porque sus
términos tienen significados distintos. Primer “yo”: yo, pensamiento; yo que
veo; yo, distinto de todo; éste. Segundo “yo”: yo, cuerpo; yo que estoy aquí y ahora.
Descubro a la vez un espacio interior y otro exterior; lo que veo desde dentro
y lo que veo desde fuera, sin poder entrar a la vez en su interior; lo primero,
distinto de todo lo que veo fuera; yo subjetivo contrapuesto a todo el Universo
objetivo.
Es
un hecho que yo me siento como yo, sin adjetivos. Si me muriese, no me extrañaria renacer diciendo
“yo” en el sentido en que ahora lo digo.
Corolarios
de esta afirmación: extraordinaria singularidad de lo que llamo “yo”; los
totalitarismos no ven esta realidad interior, subjetiva, porque nos objetivan;
la unicidad de cada persona, requiere el respeto que damos a todo lo que es
único. Esta diferencia o distancia entre el yo sujeto y el yo objeto es una de
las circunstancias que posibilitan la transexualidad en los seres humanos.
En
la Física moderna, esta distinción entre Sujeto y Objeto corresponde a la relación
entre Observador y Observado, de la que se prueba que no se puede observar sin
modificar lo observado, lo que da, filosóficamente, prioridad al Observador
sobre lo Observado.
=2.
INTUICIÓN DEL UNO
Estaba
sentado en el suelo de nuestro comedor jugando con una tartanita con su mulito
de lata que me acababan de regalar. Me planteaba la cuestión de qué sitio tenía
que dedicarle en mi corazón entre mis otros juguetes. De pronto deseé un
juguete en el que poder poner todo mi corazón. Enseguida: en el que descansar mi corazón. Enseguida: que
valiese por todos, que los contuviese todos.
Este
deseo del único es lo que lleva a la monogamia y al monoteísmo. Es el que,
después de los análisis que fragmentan la realidad y dispersan la inteligencia,
hace desear una síntesis en la que todo se reordene (como en la deseada Teoría
Unificada de la Física, que sintetice las concepciones de Eintein con las de
Planck y Heisenberg)
La
Unidad que deseé ver debe de ser la del Sujeto unificando todo el Objeto, Yo unificando el Universo, el Observador
unificando lo Observado.
.
=3.
DEDUCCIONES DESDE LA LÓGICA
Tenía
unos cuarenta años y estaba veraneando en nuestro Cortijo de Trabajaembalde
cuando pensé que la Lógica estaba por encima de la voluntad humana, porque lo
que es lógico manda sobre nosotros, nos guste o no nos guste.
Enseguida
pensé que la Lógica estaba también por encima de la materia, porque las
realidades materiales obedecen a formas matemáticas que no se pueden ver en su
perfección pero sí pensar, acercándose a ellas pero sin llegar a igualarlas:
por ejemplo, las abejas trazan hexagonoides, los astros, esferoides; sus
órbitas, elipsoides; y muchas formas vegetales y animales se acercan a las
proporciones del Número de Oro; como todas estas realidades son prehumanas, se deduce que la Lógica Matemática preexiste a
los conocimientos humanos y aun a la materia entera, puesto que la organiza.
Pero
los anteriores descubrimientos del Mediterráneo de Mí y la Unidad de la
Realidad, hacen ver que la Lógica, que es el fundamento de lo Observado, es lo
que lo relaciona con el Observador y permite a éste hablar de aquello
coherentemente.
Puesto
que la conciencia y la voluntad humanas están en formación, el orden de la
realidad parece independiente de nuestra voluntad y anterior a la materia. Pero
la relación entre el Sujeto Observador y el Universo Observado es de
intuiciones y deducciones unidas por la Lógica.
=4.
DEDUCCIÓN SOBRE EL TIEMPO
Toda
Filosofía depende de una Física. La Filosofía antigua depende de la Física
antigua, primero la del sentido común, luego la newtoniana. Los radicales
cambios creados por la Física moderna (Einstein, Planck, Heisenberg) están
transformando la Filosofía.
Participo
de la todavía hipótesis científica de que el tiempo fluyente no sea una
realidad objetiva, sino la manera de ver de la mente humana, que no tendría capacidad
para ver la simultaneidad de todas las realidades y tendría que verlas
gradualmente, divididas en un pasado, un presente y un futuro que serían por
tanto subjetivos.
La
conclusión sería que el pasado sigue existiendo y el futuro ya existe, como
parece que se prueba por ciertas percepciones paranormales del uno y del otro.
La
realidad estaría constituida por segmentos espaciales cuyas dimensiones
incluirían la del espaciotiempo (Einstein) pero el Observador estaría situado
fuera de lo Observado, aunque determinándolo y quizá creándolo (Heisenberg)
Esta
hipótesis científica, que la Física podrá verificar o falsar, despliega grandes
consecuencias que la reflexión filosófica debería tener en cuenta en su caso:
por ejemplo, la secuencia temporal entre causa y efecto quedaría convertida en
secuencia lógica, como la de cuadrado/diagonal;
o carecería de sentido hablar de vida después de la muerte, puesto que
lo que existiría es conciencia unificando la materia, Observador unificando lo Observado.
=5.
COSMOLOGÍA
El
Universo está constituido por hechos (partículas subatómicas) en una Geometría abstracta
de la que se distinguen porque son materiales o espaciotemporales mientras la Geometría es
inespacial-intemporal, solo definible, humanamente, como pensable; nuestra
inteligencia quizá solo instrumentalmente material, tiene acceso a esa Lógica inmaterial.
Estos
hechos tienen dimensión, materializándose alrededor de vértices o centros de la
Geometría, que entonces da lugar a la tendencia (no es una determinación, sino estadística) llamada Gravedad o Economía
o ahorro de energía. Como formas, interactúan unas con otras (información), en
trayectorias espaciotemporales, destruyéndose o desestructurándose o bien pasando de largo o bien agregándose.
Cada
hecho está integrado como parte de la estructura única que llamamos por eso
Uni-verso; la información o interacción de unos hechos con otros
es tan intensa que las imágenes de todos están todas en cada punto, con diversos grados espaciotemporales de concentración (principio holográfico, hipótesis de
Craig Hogan, 2012) Como dice Jacobo Grinberg-Zylberbaum, por un agujerito en un papel se pueden ver áreas de millones de estrellas y galaxias, en ese agujerito cabe toda esa información (en ese milímetro cuadrado; accesible o separable casi sin límites, en función del instrumento que se use)
La
agregación de partículas da lugar a la formación de elementos químicos, a
partir del hidrógeno, y éstos se
concentran como vértices de gravitación formando astros. La Gravedad, que funciona en todas direcciones, tiende a darles forma esferoidal, y aunque la sobrepasen
por arriba o se quedan cortos por debajo, tienden a ella, cuyo límite
matemático, jamás alcanzable, sería la esfera pura.
La presencia de una capa oceánica permite en
algunos astros la constitución de otros hechos o formas crecientemente
complejos que llegan a ser capaces de reproducirse en otros vértices (vida) y de
interiorizar o memorizar la interacción o información que procede de otros
hechos (percepción) o del propio hecho (reflexión, consciencia) En este momento es cuando se manifiesta la realidad subjetiva del vértice contemplando el resto de la realidad como objetiva: yo, Observador, frente a lo Observado.
lunes, agosto 13, 2012
Valores que hoy son de la derecha
VALORES QUE HOY SON DE LA
DERECHA
Por Kim Pérez
Voy a hablar aquí de valores morales universales, aunque hoy solo los sostenga la Derecha. Entiendo la
Derecha, en este texto, como una parte
de la sociedad europea heredera en el siglo XXI de dos tradiciones, la
cristiana y la liberal moderada, que se contrapone a la Izquierda, heredera a
su vez de otras dos, la del jacobinismo o liberalismo radical y la del
socialismo revolucionario.
La Derecha y la Izquierda
existen solo desde el siglo XVIII. No son por tanto connaturales a toda
sociedad, en esta forma de actitudes éticas radicalmente enfrentadas, aún a
muerte, que lleva a la división de la sociedad en dos frentes (bolchevismo y
guerra civil en Rusia, guerra civil en España), cuya memoria, cuyos odios y
cuya épica, sobreviven más allá de la duración del enfrentamiento mortal.
Voy a explicar por qué
considero que la formación de la Izquierda ha sido una patología social y
moral, durante la Revolución Francesa, de la que se vieron libres otras
sociedades, a la que ha respondido la formación de la Derecha, como
reivindicación de los valores antiguos comunes a toda la sociedad. No se trata
por tanto de dos formas simétricas, sino de una situación patológica de gran
alcance y la voluntad de remedio.
La opción básica de la
Izquierda es el rupturismo y la de la Derecha es el conservadurismo reformista.
Es justo el término antes usado por la Izquierda que llamaba a la Derecha
reacción, pero es una reacción en sentido médico.
La Izquierda ve el
conjunto social como un sistema de Enemigos-Amigos, estando siempre pronta a
doblar el pulso de la Derecha (y aun a exterminarla) y transigir con ella solo
coyunturalmente.
La Derecha de los pueblos latinos, víctimas de
las escisiones de la Revolución Francesa y luego de la Soviética, puede sentir
un reflejo conservador a ultranza, pero puede ver el conjunto social como formado
por actitudes complementarias, conservación-innovación, estando siempre pronta
al pacto, por su naturaleza reformista, en una sola sociedad, hermanada en la
conciencia de su unidad (De Gaulle) En otras palabras, la Izquierda descalifica
del todo los puntos de vista de la Derecha, mientras la Derecha puede adoptar
algunas propuestas de la Izquierda, si en ellas ve la razón e innovaciones
válidas para todos (así lo hizo Bismarck, al crear la Seguridad Social) Esta
complementariedad ha dado lugar en los pueblos escandinavos y en los
anglosajones a soluciones como las socialdemócratas y las liberales moderadas
en las que se crea una dialógica de progresismo frente a conservadurismo, sin
romper la unión social, que diluye la oposición radical entre Izquierda y
Derecha que sigue afligiendo a los pueblos latinos.
El análisis sociológico de
una y otra puede ver que la mayor parte de los seguidores de la Derecha
corresponden a la clase media, media-alta y alta, y la mayor parte de los
seguidores de la Izquierda corresponden a la clase media-baja y baja, aunque en
su dirigencia pueden encontrarse gran número de personas de las clases que
mayoritariamente corresponden a la Derecha.
Este análisis sociológico
parece traducir, en filigrana, la lógica de la lucha de clases, que sería la
verdad profunda bajo la apariencia ideológica de las posiciones de Derecha, que
confirmaría que la razón final corresponde a la Izquierda. Esta lógica sería un
proceso histórico dialéctico, que conduciría a la afirmación única de la
Izquierda y la extinción de la Derecha.
Sin embargo, hay
evidencias de que hay una lógica, sostenida por la Derecha, que es anterior y
será posterior a la irrupción de una Izquierda cuyos supuestos conducen
necesariamente a la ruptura civil, por tanto a la negación de la vida social, y
que puede ser considerada una patología social, no necesaria, fruto de
determinadas coyunturas históricas, que se han dado en algunas sociedades
europeas, no en todas, pero podrían no haberse dado.
La Derecha conduce a la
recuperación de esa lógica; pero una vez conseguida en la escala nacional en
las naciones donde son todavía determinantes, la Derecha y la Izquierda dejarán
de existir, ambas a la vez, y serán sustituidas por ese sistema de complementariedad, en el que
el progresismo y el conservadurismo (no la Izquierda y la Derecha) dialogarán
en la sociedad y podrán incluso ser asumidos alternativamente por la mayoría de
los ciudadanos, sin dividir sus corazones ni a la entera sociedad en una
ruptura esquizoide.
= = =
El primero de los valores
que pueden restablecer la unidad social es la soberanía de la lógica. La mera
idea de la soberanía de algo que pueda limitar la voluntad humana indigna a
gran parte de la Izquierda (pero no de toda: el materialismo dialéctico la
afirmaba)
La observación de la
función de la lógica en la estructura de la realidad muestra que la voluntad
humana se enfrenta a menudo a ella (voluntarismo) y que sin embargo igual de a
menudo sucumbe ante ella.
La lógica parece incluso
constituir el proyecto que ordena la realidad material, anterior a ella,
inspirador de ella (Pitágoras, y la relación entre las Matemáticas y la Música;
Platón, “No entre aquí quien no sepa Geometría”) Por eso, cuando los humanos
actuamos sin lógica (errores, vicios) nos enfrentamos a ella, y ella nos
castiga como si tocáramos una corriente eléctrica.
El apólogo del Edén, en el
Génesis, alude exactamente a eso: De todos los árboles del paraíso podremos
comer (todo lo material lo podremos usar), menos del Árbol de la Ciencia del
Bien y del Mal (la lógica), que está en su centro. Si quisiéramos comer de la
lógica, manipularla, moriremos, literalmente; es verdad que si lo
consiguiéramos “seríamos como dioses”; pero no lo somos. La lógica está por
encima de nuestra voluntad.
En la tradición griega el
equivalente a Eva y Adán, pecadores contra la única ley que debemos respetar
los humanos es el titán Prometeo, que roba el fuego del cielo como Eva y Adán
robaron el fruto del árbol de la ciencia; pero también es castigado a un
tormento. Por eso, locamente, la Izquierda santificaba románticamente a Prometeo,
el que lucha contra la ley de la lógica.
“Serviam” (el Arcángel
Miguel) o “Non serviam” (el Ángel Caído), el respeto a una Ley es la actitud
básica de la actual Derecha; es solo una Ley, la Moral, la del Bien y el Mal,
pero por eso es patológica la actitud básica de la Izquierda, que es la
Transgresión, la negación a aceptar que haya una Ley por encima de la voluntad
humana, incluso afrontando todos los desastres que sobrevengan, en la postura
del Rebelde erguido frente a la tempestad que él mismo ha desencadenado. No hay
esperanza en la postura de la Izquierda: solo hay rebeldía sin futuro.
(Incluso el materialismo
dialéctico, con su respeto a la supuesta lógica de las formaciones sociales que
conduciría a la guerra civil, a la lucha de clases, proclamaba que la moral
estaba sujeta a la dialéctica y los peores crímenes estarían justificados por su servicio a la lucha de
clases; Rusia se convirtió en un campo de sangre)
= = =
Respeto a la lógica, a la
ley moral superior a la voluntad humana, es por tanto el fundamento de todos
los valores morales.
El primero de todos es la
Veracidad. Necesitamos saber la verdad para guiarnos en la existencia. En parte
la podemos encontrar por nosotros mismos, pero en gran parte no tenemos esa
capacidad, y necesitamos confiar en otras personas.
Decir la verdad, es ser
veraz. No decirla, es por error (no saberla) o por mentira (sabiéndola)
Necesitamos el respeto a
la verdad. Eso es respetar el Árbol de la Ciencia. Va unido a la crítica, o
criba, el discernimiento entre la verdad y el error. La critica fundamenta el
método científico, nuestro acceso más profundo a la verdad, tomando en cuenta a
la vez nuestros límites para hallarla, que nos obligan a revisar continuamente
nuestros hallazgos (verificación o falsación, de Popper)
La fuerza arrolladora de
la técnica científica nos ha llevado a un acuerdo común, universal, sobre el
valor de la ciencia (revisable) Ya no es de Derechas ni de Izquierdas. Pero debo recordar que la
Izquierda, en tiempos en que su fiebre era mayor, hablaba de ciencia burguesa y
ciencia dialéctica, descalificando a la primera (que es la que seguimos
conociendo, comprobada día a día por la técnica) e intentando crear la segunda
(Lyssenko, bajo Stalin), aunque no pudo pasar del intento.
Pero es preciso, además de
la ciencia, que cada humano respete la verdad en su vida diaria, que sea veraz.
Lo necesitamos por respeto a la lógica. No podemos vivir entre mentiras. Nos
extraviaríamos, literalmente, sin saber a dónde ir. No podemos tampoco tener
que encontrar la verdad, críticamente, a cada paso. Necesitamos la presunción
de verdad, la confianza, que es el centro de la vida social, cultural y
económica. También necesitamos que la falacia, la mentira deliberada, sea
castigada. Es de una ley de lo que estamos hablando. La mentira de los
comerciantes, la mentira de los profesores, la mentira de los políticos. Y
proporcionadamente, aunque solo sea por una reprobación ligera o grave,
nuestras propias mentiras, en las que
podemos caer todos.
El adulterio es grave,
porque es una mentira grave. El respeto a nosotros mismos, en función de la
veracidad de nuestros dichos y su coherencia con nuestros hechos, es la
honradez.
La Honradez es un valor necesario. Es preciso
enseñarla, es decir, mostrarla a nuestros estudiantes. Es buena una sociedad en
la que puede haber presunción de honradez.
Las puertas pueden quedar abiertas, como se hacía en muchas palabras. La
palabra de honor era garantía suficiente. El apretón de manos era más que una
firma. Estos conceptos, en una sociedad enferma como la nuestra, se han
olvidado en unos cincuenta años. En mi generación, los aprendimos en la calle
en nuestra niñez, hacia 1950, pero he tenido que explicárselos en el aula a mis
estudiantes alrededor de 2000, cuando
todos ellos afirmaron desconocerlos.
Si no puede haber
presunción de honradez para los otros, a los honrados solo se les puede
aconsejar prudencia. La honradez es el resultado del respeto a la ley moral, al
Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal. Si no se siente, si se pretende una
moral social creativa, la consecuencia será como mínimo la picaresca, la
viveza, y como máximo, el crimen.
La Cortesía es el respeto
a sí mismo y al otro, por respeto a la lógica. La descortesía se convierte en
dificultades para la convivencia. Ruidos y gritos intempestivos, trato
desconsiderado, burlas, agresiones, es la consecuencia sistemática de la falta
de cortesía. Es muy fácil entenderla
como falta de respeto, y ésta como la falta de respeto a cualquier ley moral
que la Izquierda hizo suya en la educación desde Mayo de 1968. Se esperaba que
la Transgresión creara la Espontaneidad y ésta al Buen Salvaje, pero esta
confianza antropológica no estaba justificada. Solo el respeto a la ley moral
hace posible la convivencia.
Cuando se pierde el
respeto a la ley de la lógica, solo queda el egoísmo, como ley única, y si
fracasa, como sucede tan lógicamente, al no ver ninguna otra perspectiva,
porque no se han aprendido, puede verse solo un deseo de autodestrucción
(inconsciencia provocada por el alcohol o las drogas o suicidio)
= = =
Entiendo que formar
humanos veraces, honrados y corteses es suficiente para formar sociedades
sanas. Estos valores son lógicos, se pueden exigir a todos los humanos. Otros,
como el amor, son libres. No se pueden exigir a todos. Se dan o no se dan. Pero
los que he dicho, son necesarios para todos.
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