miércoles, noviembre 22, 2006

El Santuario interior




Quiero hacer un Santuario interior, que debe consistir en la atención, tan permanente como pueda, a la conciencia de que tengo conciencia, de que estoy atenta, que es la única dimensión en la que puedo ver manifestarse la Perfección Absoluta que todos deseamos en el fondo de nuestro ser. Hay pruebas de que algunas personas lo consiguen.

Este Santuario hay que mantenerlo limpio y barrido, las paredes desnudas, lo que se consigue prestando atención a la conciencia y sólo a la conciencia, en silencio y quietud, condiciones que la jubilación vuelve fáciles. Conseguida esta atención, es posible atender de la manera debida a la realidad exterior, que se manifiesta aquí y ahora, especialmente, en mi caso, a mis hermanas trans y sus historias; yendo más allá de la superficialidad, desde el fondo de mí al fondo de ellas. Ojalá lo consiga.

Así, es verdad, parece que se va articulando la personalidad entera, en torno al silencio interno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Kim,
pues esta conciencia de la que hablas, creo que la vivo, por el hecho, tal vez, de que siempre he vivido en soledad, aparte, claro está, de los encuentros con mis amigos, esto me hace pensar y reflexionar sobre todo lo que me pasa y siento, pero siempre estoy igual, no doy un paso, y ya tengo 51 años

Kim Pérez dijo...

Es que también creo como tú la soledad estimula muchísimo el desarrollo de la conciencia interior, aunque también puede ser que esa conciencia interna estimule la soledad, porque la vida interior no acaba de ajustar con la exterior.

Lo importante es que, tal vez, en esta soledad aparezca de nuevo la mayor alegría para cualquier vida. Sólo es preciso buscarla.

En cuanto a los pasos, todo es cuestión de si no se dan porque la situación es soportable, o por miedo, pero siendo insoportable.
Es preciso distinguir lo que hay en el interior, relativa conformidad -aunque más o menos triste- o sobre todo miedo y angustia.

Lo que sí te puedo decir es que lo que yo he aprendido, precisamente desde los 51, es que nuestra experiencia puede ser relativizada, incluso qe debe ser relativizada, adaptada a los sentimientos y circunstancias de cada cual.

¡Gracias por tu comentario!

Kim

Anónimo dijo...

gracias también por tu comentario y tus escritos.