martes, noviembre 21, 2006

Estudio del Trauma




(Para seguir esta entrada, léase la titulada "Teoría del Trauma", un poco más abajo)


La transexualidad de base heterosexual


La heterosexualidad constituye el centro de esta forma de transexualidad, porque en estas personas XY han coincidido el impulso de rechazo físico de lo masculino, con el rechazo a lo que lo masculino representa, provocado en este caso por razones biográficas (muchas veces por un rechazo previo de los otros hacia la persona que será transexual)

Éste es el mecanismo del trauma que genera la transexualidad.

Porque de la misma forma, los vacíos que tal acumulación de rechazos provoca, se colman con el impulso de deseo de lo femenino y con la necesidad de hacer propio lo que lo femenino representa.

Entonces, la persona XY, atraída por la imagen de la mujer, la hace suya. En cambio, una persona que evoluciona heterosexualmente, siente el rechazo físico por lo masculino, pero lo compensa en lo emocional al haber desarrollado una afinidad homoafectiva, lo que le permite aceptarse a sí mismo como varón con gusto y desarrollar su deseo de la mujer, sin fundirse con ella, para lo que la homoafectividad es una barrera, que no existe en el caso de las personas transexuales.

La transexualidad de base heterosexual está formada por tanto por cuatro pilares (el rechazo físico, el rechazo afectivo por el hombre, el deseo físico, la identificación afectiva con la mujer) En el momento en que se debilitan el primero y el tercero por la hormonación o la operación, y el segundo y el cuarto por un proceso homoafectivo que se puede producir en cualquier momento de la vida, se debilita el proceso transexual, aunque no desaparece del todo dada su base biográfica y su arraigo en la memoria personal.

De la mayor o menor intensidad del sistema de rechazos y deseos, depende que la persona pueda vivir permanentemente o sólo intermitentemente dentro del género que necesita.

Hasta ahora se usan, para diferenciar ambas reacciones, los nombres de transexual y de transgénero, para quienes eligen esta forma de vida permanentemente, y de transvestista, para los que no. Pero creo que son diferencias cuantitativas y a veces prácticas, no cualitativas.

La transexualidad de base homosexual

Aunque no puedo hablar con la misma seguridad de la transexualidad de base homosexual, porque no conozco por mí misma esta evolución, como conozco la de base heterosexual, diré que en esta otra forma de la transexualidad, el juego de los deseos y rechazos, y el de la afectividad, me parecen muy distintos, aunque el trauma se sitúe en el mismo lugar.

Aquí existe un deseo del varón, una admiración espontánea por su belleza y atractivo. Pero ha habido problemas fuertes de rechazo, y ahí se sitúa el trauma.

No existe deseo de la mujer, pero puede verse también lo femenino como el refugio necesario frente al rechazo sufrido por los varones.

En conjunto, me parece una forma de transexualidad más estable que la de base heterosexual.

Lo que diferencia la evolución homosexual de la transexual está en la presencia o no de la fase homoafectiva del desarrollo –compañerismo, juegos compartidos, proyectos comunes-. Si la ausencia de esta homoafectividad es muy intensa y traumática, habrá un desarrollo transexual.

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