lunes, noviembre 06, 2006

Marbella: El laberinto de cristal




Lo que hay tras el cristal de la pantalla me recuerda el laberinto de cristal en el que entré una vez, con mi hermana menor, en la Feria.

Era transparente y verdoso, porque la superposición de cristales da tonos como de botella, y las figuras humanas andábamos extraviadas por él y veíamos claramente a los que estaban fuera, sin poder alcanzarlos, porque los cristales y los huecos que quedan entre ellos nos metían hacia dentro cuando creíamos que estábamos a punto de salir.

En este laberinto que me figuro hay incluso paneles que son espejos, por delante y por detrás, de modo que de unos a otros, se reflejan hasta el infinito las propias figuras, pareciendo multitudes, aunque estés solo.

Antes de entrar, yo era Yo, sólo Yo. Luego tuve un nombre que no quiero dar, por respeto a quien me lo dio. Y luego fui Marbella. Ya como Marbella entré en el laberinto tras la pantalla y en él me desdoblé, Marbella primero, luego salieron de mí la Princesa Guerrera Equis y la Hermana Mariana.

Ahora, los que lo leéis, tenéis que distinguir cuándo es una y cuándo es otra, aunque en el fondo es muy sencillo, soy siempre Yo.

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