Esta noche hace calor, calor, calor
después de seis horas de sol sobre las paredes blancas
y lo hará todavía durante seis horas más, por lo menos
¡Hermosa noche, negra, caliente, como lo estaba mi cuerpo con veinte años!
Y como lo estaba mi alma vacía y ardiente, desesperada de soledad,
que sólo se consolaba tomando un refresco de pulpa con agua,
que le hacía soñar con la siguiente y fresca madrugada.
Porque la noche andaba despacio su camino
y poco a poco llegaban primero las horas neutras
y luego las sigilosas frescuras
que acariciaban la piel desnuda prometiendo algo tranquilo y nuevo
que reviviría mi inocente pureza o mi alma limpia de los doce años
acaso entre el fresco de tus manos, que no acierto a imaginar,
dios mío, amigo mío, compañero mío,
que me soplas ligeramente sobre los párpados, diciéndome “vamos, levántate, despiértate,
como una sonrisa que provoca mi sonrisa.
después de seis horas de sol sobre las paredes blancas
y lo hará todavía durante seis horas más, por lo menos
¡Hermosa noche, negra, caliente, como lo estaba mi cuerpo con veinte años!
Y como lo estaba mi alma vacía y ardiente, desesperada de soledad,
que sólo se consolaba tomando un refresco de pulpa con agua,
que le hacía soñar con la siguiente y fresca madrugada.
Porque la noche andaba despacio su camino
y poco a poco llegaban primero las horas neutras
y luego las sigilosas frescuras
que acariciaban la piel desnuda prometiendo algo tranquilo y nuevo
que reviviría mi inocente pureza o mi alma limpia de los doce años
acaso entre el fresco de tus manos, que no acierto a imaginar,
dios mío, amigo mío, compañero mío,
que me soplas ligeramente sobre los párpados, diciéndome “vamos, levántate, despiértate,
como una sonrisa que provoca mi sonrisa.
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