miércoles, agosto 23, 2006

Cambios

Una persona transexual debe prepararse para tener cambios en sus sentimientos a lo largo de su vida.

Voy a poner sobre el papel los que yo he conocido.

Mis sentimientos empezaron por no poder encontrar mi sitio entre los hombres.

Enseguida se desencadenó una nostalgia desesperante por la vida de la mujer.

Revistas femeninas de papel cuché que miraba en las noches de verano.

Figuras estilizadas, cubiertas con lencería elegante, en el contraste del blanco y negro.

Era la figura de la mujer y, bajo ella, el deseo de ser querido y valorado lo que yo buscaba.

Era poder decir “Mira qué bella soy; deséame; ámame”.

Y con ese ánimo me travestía y me miraba en el espejo, ansiando ver una figura de mujer; también necesitaba muchísimo que alguien me viera y me mirara, me hiciera real con sus ojos.

Como estuve bloqueado, durante muchos años este sentimiento no evolucionó. Se disipó por cansancio y escepticismo el travestimiento físico; quedó sólo el imaginario, cada vez más angustiado. En mis fantasías, era muy importante el pecho, y cuando las escribía, el momento supremo era cuando tenía que ponerme el sostén (que fue como aprendí en mi niñez a llamar al sujetador)

Luego, pasé a la transición real. Y desde que empezó, dejó de preocuparme la cuestión del pecho y del sostén.

He desarrollado el pecho, pero no me interesa mucho. Como no es muy grande, tampoco pienso mucho en ello. Tampoco es muy bonito.

Si fuera espléndido, quizá me gustaría, por la atención que traería sobre mi cuerpo.

Porque éste sí me gusta, como es ahora, ya lo sabéis.

Hace un año o cosa así que he dejado de usar el sujetador; y desde mi transición, no veo en él más que una prenda utilitaria y fastidiosa, como la ven las mujeres.

De modo que, aprovechando que hay poco que sujetar, fuera.

También he sentido grandes cambios en mi manera de ver a los varones y a las mujeres.

Pero para hablar de esto escribiré un nuevo comentario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te imagino con una falda de camuflaje militar, agitando tu sostén en llamas ( igual que los forofos del fútbol agitan circularmente sus bufandas tras un gol)...... y tu pluma afilada en la otra mano.

Estás más guerrera que nunca!!!

Escribir este blog te está sentando de maravilla.

Besos

Mónica (la de los carajillos)