miércoles, enero 10, 2007

Hombres





Tara entra hoy cantando en el estadio de Limerick y allí encuentra a William, también cantando.

Los miles de voces verdes y de voces naranjas se mezclan con alegría y los rostros estallan de emoción, los ojos brillan y los labios sonríen.

El himno de batalla se alza y se baja, se escanda con buen humor y optimismo y la hierba resplandeciente del campo, espera, pura como una esmeralda, que rompa la batalla sobre ella, ahora intacta.

Y siguen los himnos acogiendo a todos los que se incorporan tarde, a los hombres de guerra, entre ellos, a mí, que he tenido que purgar una vida entera, para que ahora pueda unirme, sonriente a quienes me acogen radiantes y cordiales.

Unos con barba, otros lampiños, pero todos cantando desde el fondo de su corazón o de su vientre este himno antiguo, fuerte y divertido.

Me veo entre ellos en el lateral verde del campo verde, y enfrente, por encima de la esmeralda quieta y nítida, veo la masa, la multitud, los miles de seguidores orangistas que responden a los de la Verde Erin y cantan el mismo himno, porque sólo hay que cambiar dos o tres palabras estratégicas.

Esto no es verdad, pero es más verdad que la verdad. Un muchacho pelirrojo o castaño claro me mira resplandeciente y se agarra a mi brazo para seguir cantando. Nos apretamos, nos miramos y nos reímos, mientras nuestros labios se abren para seguir la melodía.

Un beso fugaz y juvenil, doble, de él a mí y de mí a él, se fija en nuestros labios un momento y seguimos cantando.

Un hombre de barba rizada y entreverada, de rostro digno y luminoso, se acerca también y me levanta de un abrazo mientras el coro múltiple y doble, igual y rival, llega a su mayor potencia y sus mayores risas, nos miramos, reímos y lloramos.

El hombre de la barba rizada me pregunta, esforzándose por hacerse oír entre el fragor:

“¿Dónde estabas que no te he visto antes?”

“Muy lejos, donde he estado años y años”, le respondo, oyéndome yo.

“¿Estabas herido?”, me pregunta con el movimiento de sus labios, no con el sonido de su voz.

“Tengo una cicatriz que me pasa de parte a parte del cuerpo, y la tendré siempre, pero me gusta”.

“No importa, esto está lleno de hombres activos y pasivos, mira”, me responde y mira a la multitud, como yo.

Esto es lo que he esperado siempre en el fondo de mi corazón, entender que los hombres pueden quererse unos a otros con entereza de varones, que no tienen que despreciarse y aborrecerse, que pueden tenerse tanto amor que a veces desborde en sexo comprensible y divertido, como ahora.

Lo que me había roto era pensar que estaban juntos sólo por necesidad y que no podía haber entre ellos esas miradas de entendimiento y aceptación mutua que tanto había deseado. Ahora, en este campo, las veo y me llenan el corazón y veo que se juntan porque sus corazones laten al compás, que siguen el mismo ritmo que cantan.

Y hoy en el estadio no ha entrado ni una mujer.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

no te he acabado ni de leer, no he llegado ni a la mitad pero ya te contesto... porqué sí... porqué yo tambien sou poeta y quien no...aunque sea una mierda de poesia...pero todos tenemos nuestro derecho...y si yo he bebido ...

Anónimo dijo...

y sigo leyendote...sin terminar...el ansia...el anonimato...he bebido pero aun puedo rectificar...a duras penas...

Anónimo dijo...

tanto internet, pero el instante solo lo percibe el cara a cara....la carne y hueso...y si aquí no me expreso es que la muerte está por encima de mi...dentro de mi...y el control aun está en mis manos...

Anónimo dijo...

y atrás y adelante pero yo ya controlo las nueva tecnologias...pero no...que va...pero algo se...algo he aprendido...atras y adelante...rectificando...Kim...no hay programa infalible salvo....lo de siempre...EL AMOR

Anónimo dijo...

Querida Kim...o Kim a solas... sin querida...nada de confianzas...porqué ni nos conocemos....solo pienso y siento en este momento que no va a haber valor popular en tus palabres...y que...supongo que lo tienes claro...o no... pues escribes...para que...¿estas sola?¿te sientes sola?¿nadie te escucha?¿no puedes tocar a nadie?...esto es duro si dura mas de dos semanas o tres oquatro...pero mas no...por DIOS...aunque somos resistentes...hasta el infinito...