lunes, febrero 27, 2012

Con más detalle

Voy a empezar a decir cómo entiendo las palabras con las que describí ayer mi manera de ser, por si a alguien le interesare revisar cómo es, conforme a ellas:

Identidad: es un concepto, la idea que se tiene de sí, acertada o no. Las/los/les trans podemos habernos formado, en la niñez, una identidad lineal o cruzada en relación con nuestra asignación de sexo (Identidad lineal es la que es conforme con el sexo de asignación, e identidad cruzada es la que lo contradice. Muchas/os trans se han sentido desde sus primeros años niñas o niños,  contradiciendo sus genitales, aunque esta experiencia no es general a todas/os/es las personas trans)

Como probablemente esta primera identidad es irreversible, una identidad lineal será un latazo en nuestro proceso trans, pues tendremos que luchar siempre contra ella, mientras que una identidad cruzada será una ventaja. A menudo, ésta tendrá que ser rescatada de un largo proceso de negación, pero la atención a los recuerdos de nuestra niñez permitirá volver a contar con ella.

Al decir que yo formé una identidad masculina, quiero decir que fue conforme con mi sexo de asignación, aunque desde los siete años comencé a sentir mis desajustes entre mi identidad lineal y mi realidad, que tampoco hubiera sido enteramente cruzada (femenina) sino muy intersex.


= = =

Sigo desarrollando los conceptos de la entrada del otro día. Después de "Identidad", puse primero

Género: Que se entiende como la dimensión social y cultural del sexo biótico. Pero me doy cuenta de que se puede fingir. Mi género real era en gran parte secreto. Sería más atinado haber puesto en su lugar la palabra que me acabo de inventar, que es

Género/Sexualidad: Que sería la dimensión conductual innata, los gestos, posturas, reacciones, actividad o pasividad relacionados directamente con el sexo biótico. Y entonces, tendría que haber puesto no ambiguo, sino "femenino", porque yo era y soy más bien así, en todos los aspectos de esta dimensión.

Y por tanto, corrijo en ese sentido el texto original.

= = =

Sigo con las palabras de mi carnet de identidad de sexogénero:

Homofilia: (De homos, lo mismo,  y filia, amor) es un concepto que casi no se usa, pero que es afectivamente muy importante. Es el interés amistoso que se siente, espontáneamente, por las personas del mismo sexogénero. Explica lo de "los niños con los niños y las niñas con las niñas", pues en esa edad se aprende a valorar afectivamente al propio sexogénero, y a reafirmar afectivamente y con orgullo la integración en él.

Yo no sentí homofilia propiamente dicha hacia los varones, y por el contrario, un rechazo definido, excepto por uno, en quien, ya con 19 años, vi a un "hermano mayor", alguien que podía enseñarme a vivir, a la vez que protegerme, lo que es un sentimiento homofílico, y por eso he aceptado que mi homofilia sea hacia (algunos) varones; no he sentido nada similar hacia ninguna mujer.

Por eso, quizá tenga más que ver con la identidad, que en mí era masculina (es decir, un concepto muy interiorizado), que con la Género/sexualidad, la base biótica de la conducta, que en mí era femenina, pero no muy consciente.

= = =

domingo, febrero 26, 2012

Carnet de identidad



Aparte de que la historia colectiva del mundo vaya bien o mal, nos seguirá interesando nuestra historia personal.

Yo seguiré en mi rincón intentando entender mi vida. Centrada en la cuestión de mi identidad.

Ahora, por lo menos, puedo poner orden en los conceptos. Durante mi niñez, tuve:

Identidad, masculina.
Género/sexualidad, femenino.
Homofilia, hacia los varones.
Sexo genital, masculino (sin sentirlo)
Sexo cerebral, femenino (sin saberlo)

A los siete años, empecé a sentir desajustes hacia los varones.
Con ocho o nueve, deseé haber nacido niña para haber ido al colegio de las niñas, más civilizado.
Con trece, deseé que nadie me identificara como varón.
Orientación, ginefilia, no sexual.

En resumen, intersex cerebral.

viernes, febrero 24, 2012

Antimanifiesto


Voy a dedicarme, desde estos últimos meses de mis 70 años, a adelgazar mi lógica para intentar la precognición de un futuro que creo que está ya ahí.
Los radicales que ahora gritamos estamos casi a punto de condena. Meto en esta palabra a las feministas, antisistema, libertarios, gaylesbitrans, vegetarianos, librepensadores... Yo, que no tengo casi nada en común con casi todos los otros, tengo que usar la primera persona del plural porque estoy metida de hoz y de coz en mi transexualidad y soy  librepensadora por naturaleza.
Somos plantas de invernadero, demasiado sutiles y frágiles, demasiado exquisitas y citadinas, demasiado matriarcales y rompedizas. El mundo real, el mundo de los hombres, patriarcal, es otra cosa.
Yo, en realidad, no tengo ni media bofetada. Las arriesgo de un momento a otro, e incluso que me aplasten la cabeza de un golpe de bate. La Gran Crisis, la Supercrisis que vivimos, lleva a un mundo duro y austero, severo, masculino, androgénico, acometedor, lógico, y arriesga acabar con nosotros.
La anterior Supercrisis, la de los años veinte, acabó con nosotros en Italia, Alemania y España y también en la Unión Soviética y la China Popular. Pero también en la América de los 40 a los 70, la de trajes, corbatas y sombreros y vestidos vaporosos. Solo en Francia quedó suficiente libertad y en el jazz. Yo perdí mi juventud en los 50, los 60 y los 70.
La actual Supercrisis prepara un mundo parecido, con adhesiones de masas asustadas. No digáis la palabra "primavera", que es peor. Las actuales primaveras se están desecando solas.
Porque ahora, además, se está preparando una marea mayor. La gran ola islamista está creciendo en la otra orilla del Mediterráneo, y si llega a saltar por encima de Sierra Nevada, entraremos en un mundo nuevo.
¿Habrá sitio en él para nosotros, los radicales? Repasad la lista. Para los gays, habría la horca. Las mujeres trans, como en Irán, a lo mejor nos escapábamos, en cuanto mujeres.
Pero cuando llegare este oleaje, aconsejo a todos los radicales que defiendan el sistema de Occidente, donde al menos existen las tradiciones de las que hemos surgido, en vez del de Oriente.
Mientras, no estaría de más que formáramos hermandades secretas. Y que confiáramos en el paso del tiempo. La anterior Supercrisis acabó. Y también terminará ésta.

miércoles, febrero 22, 2012

Matriarcado en el futuro

Voy a hablar en plan de tormenta de ideas, sin pararme a reflexionar demasiado.

Es posible que la opción por el Matriarcado, por el Orden de las Madres, sea más interesante que la actual opción por la Igualdad de Géneros.

Precisaré que el Orden de las Madres del Neolítico estaba equilibrado al reconocer la plena vigencia de la Masculinidad en su ámbito: la fuerza física, la acometividad, la libe...rtad (entonces en la caza y la guerra, ahora en el deporte, la policía, la audacia creadora, las aventuras sociales, y habría que pensar en qué más) Solo que las Madres, como custodias de la familia, se reservaban la última palabra en la organización social.

La razón por la que preferiría el Matriarcado a la Igualdad de Géneros estaría en que ésta es abstracta, no tiene en cuenta las diferencias naturales. Los andrógenos son los andrógenos, temibles en potencia, suponen un riesgo natural y hay que equiibrarlos socialmente. Cuando el Patriarcado se impuso por la violencia sobre el Matriarcado, puso la combatividad, la lucha, la guerra, como ideal de toda la sociedad, sus valores como valores supremos, y sometió a las mujeres, persuadiéndolas de su incapacidad.

La Igualdad de Género, en su abstracción de la "igualdad humana", no solo ignora el peligro de la acometividad androgénica sino los valores de la maternidad. Paradójicamente, y seguramente contra su intención, ha construido de hecho mujeres sobre el modelo masculino, luchadoras, combativas, verdaderas amazonas, escépticas frente a la maternidad, que lentamente van conduciendo a nuestros pueblos a la extinción. Pero su función habría sido la de crear el escalón necesario para la recuperación del Matriarcado.

Matriarcado significa Orden de las Madres, pero no quiere decir sumisión. Las mujeres matriarcales no se sometían a los hombres, sino que se unían con ellos libremente. No existía el matrimonio, que es una creación patriarcal para asegurar, neuróticamente, la hipotética filiación patrilineal.

La filiación natural es la matrilineal, olvidada entre nosotros, que llevamos los apellidos de los padres y de los padres de las madres.


 Una sociedad matriarcal valorará la fecundidad y la paz necesaria para el crecimiento de los hijos, primer propósito de toda sociedad.

Fuera del tiempo

Quiero poner en primer lugar entre mis intereses la preocupación por la vida y la muerte, porque está en ese primer lugar, pero la eludo continuamente.

Está incluso por delante de la cuestión de la transexualidad, porque ningún humano es, lo primero, hombre, mujer, o intersex, sino persona: consciencia en un cuerpo mortal (aunque este esquema se parece al de mi transexualidad: consciencia femeni...na en un cuerpo masculino)

Mi manera de adelantar algo será por una puerta que ahora se abre: los estudios físicos de nuestra relación con el tiempo, por si podemos situarnos fuera de él.

Yo no sé física del tiempo, pero puedo estudiar las precogniciones, pues en ellas nos saldríamos del tiempo, al ver un futuro que, visto desde el presente, todavía no existiría; desde fuera del tiempo, veríamos el futuro como, desde dentro, vemos el presente.

Y si podemos salirnos del tiempo, no habría miedo; siempre habríamos estado más allá de la muerte.

Matriarcado o Patriarcado

Robert Graves encontró en "Los dioses griegos", la fuente para hablar del Neolítico y el Matriarcado que trajo consigo, el Orden de las Madres. Las mujeres mandaban tranquilamente en la vida de las aldeas, no se sujetaban a los hombres (no existía el matrimonio) y (esto no lo sabía Graves) aceptaban todas las variantes de género, muchas veces revestidas del prestigio de la clarividencia. Los varon...es seguían cazando y guerreando cuando era preciso, fuera de las aldeas, su mundo era el externo, valiéndose de su fuerza física, pero el orden social interno giraba en torno a las Madres.

Se simbolizaba en la Triple Diosa de la Luna, que nace, vive y muere.

Orden, supongo, fundado en la inteligencia, la sutileza, y el respeto a la vida, que era sobre todo la de la familia. En Grecia, el Patriarcado sobrevino con las invasiones de los jinetes guerreros y pastores de la Edad de Hierro, que subordinaban a las mujeres y extendieron la fábula de su incapacidad. El matrimonio es fundamental para el Patriarcado, como fundamento de la familia patrilineal, que controló el orden externo y el interno.

Se simbolizaba en el Dios Padre, el Sol que reina sobre todos.

Entre Matriarcado y Patriarcado, pienso que el primero es el equilibrado, mientras que el segundo es un exceso.

domingo, enero 15, 2012

Nueva transexualidad

Hay seis posibilidades por lo menos entre las que estamos decidiendo las personas trans, en cuanto a nuestras demandas médicas (hay más combinaciones posibles) :

=No hormonarse ni operarse
... =Operarse de plástica (caracteres secundarios) y no hormonarse ni operarse de genitales
=Hormonarse selectivamente y no operarse
=Hormonarse en general y no operarse
=Hormonarse y operarse de genitales
=No hormonarse y operarse de genitales
=Y otras...

Estas seis posibilidades (por lo menos) exceden con mucho las primeras "clasificaciones" (siglo XX) entre personas "transvestistas" (TV), "transgenéricas" (TG) y "transexuales" (TS). Por tanto, estas clasificaciones se han quedado ya obsoletas.

Hablo de "trans" por abreviar y decir algo en lo que todos, todas y todes nos reconozcamos; es una expresión por otra parte generalizada y popularizada. También podríamos decir "transexual", si nos ponemos de acuerdo en que signifique lo mismo que trans. Por otra parte, trans me gusta. Puede indicar transición, y esta palabra representa casi lo mismo que no-binario...


Frente a esta floración natural de la diversidad transexual, las unidades deben replantearse sus protocolos.

Hasta ahora, están concebidos como una línea de metro con tres estaciones, fijas: psicología, endocrinología y cirugía. ¡Pero la realidad trans muchas veces excluye la cirugía de genitales! Y sin embargo, las necesidades de atención médica siguen siendo muy fue...rtes en el proceso de afirmación de la propia identidad. Por ejemplo, la hormonación debe ser controlada por especialistas, con facilidad, pues en caso contrario, cada freno que se pone es un empujón hacia la autohormonación por parte de personas muy angustiadas.

¿Se plantean las Unidades las necesidades de cirugía alternativa, por ejemplo la renuncia a la faloplastia por parte de los trans masculinos, pero la demanda de supresión de órganos internos? ¿O la demanda de cirugía de aumento mamario y solo de ella por parte de trans femeninas?

Es cierto que la actual estructura de línea de tres estaciones de metro condiciona a muchas de las personas trans que entran a la primera, con ideas de sí mismas todavía insuficientemente claras, a creer que ése es el itinerario que deben realizar para que se les tome en serio y seguir dentro de la unidad; sin embargo, si las unidades trabajaran sobre el modelo de un paseo en superficie por las avenidas de un parque, en las que cada glorieta abre distintas opciones de hormonación o cirugía, todas atendidas por la unidad, las elecciones fueran muy sorprendentes y variadas. En este sentido se está moviendo la Unidad de Barcelona, con acciones que favorecen la libre determinación de las personas trans que acuden a ella.

En el plano siguiente, vemos que se acerca el momento en que las unidades cambien su protocolo de manera radical, sustituyendo el régimen de autorización actualmente vigente, en el que los psicólogos asumen la tutela incluso de personas mayores de edad, más conocedoras que ellos mismos de las razones por las que son trans, por un régimen de autonomía informada (no como los trámites actuales de los hospitales), en el que después de un tiempo prudencial de información y discusión con ayuda del psicólogo, el usuario sabe que decidirá por sí mismo.

Trinidad Bergero, psicóloga de la Unidad de Género de Andalucía, pionera en España (y creada por la iniciativa de nuestra Asociación de Identidad de Género), ha publicado recientemente un artículo en el que asume los conceptos de despatologización de la transexualidad y lógica difusa, que pueden empujar a su unidad y a otras en esta dirección (despatologización no significa desmedicalización, como la cirugía estética, que modifica la forma de órganos sanos a veces puede hacerse por razones apremiantes)


Pasado, futuro, presente eterno



Si pudiéramos ver el futuro, que supuestamente no existe todavía, sería porque estaríamos fuera del tiempo y por tanto el futuro existiría como el pasado, en un presente eterno.

 Como al parecer tenemos sueños premonitarios, será que nos hemos salido del tiempo y estamos viendo el presente eterno.

 Si el presente es eterno, nuestra vida es un segmento dentro de él, señalada por un principio y un fin, pero toda ella presente eternamente.

 ¿Entonces, los dolores, las culpas, las vergüenzas, también serán eternos? Sí, pero nosotros estaremos fuera del tiempo, fuera de ellos, mirándolos con compasión.

La mejor comparación que se me ha ocurrido acerca de la (posible) naturaleza del tiempo y dentro de él, la vida y la muerte, es la siguiente:

Abro una novela; o mejor, una biografía. En ella se cuenta la vida de una persona. Empieza por el principio, y según se lee, se va desarrollando, me emociona, se acerca al final, y cuando he pasado todas las páginas, se acaba.

Ha habido un tiempo interior, un principio y un final. Yo he seguido ese tiempo, mientras leía.

Entonces, cierro la novela o la biografía. Yo me quedo fuera de ese tiempo. Pero ese tiempo sigue existiendo, todo en presente, dentro de esas páginas.

jueves, diciembre 08, 2011

Yo y lo demás

Por Kim Pérez

(Publicado en facebook)



Martes, 29 de noviembre de 2011


Estructuras predeterminadas de la mente o estructuras subjetivas biológicas preparadas para reflejar partes de la realidad objetiva o subjetiva; se dividen en arquetípicas y funcionales:

Arquetípicas, que generan representaciones de la propia estructura:

= de consciencia: capacidad de reflejo subjetivo de la realidad objetiva o de los propios procesos subjetivos; genera una experiencia de “yo” en oposición subjetiva al resto de la realidad objetiva.
=de unidad: preparada para reflejar la propiedad de coherencia interna de la realidad; puede generar una experiencia de lo Uno o el Todo o lo Inmenso (postulado de unidad lógica o monologismo/monoteísmo; “sentimiento oceánico”)
=de sexogénero: preparada para reflejar la existencia de dos atractores difusos en la especie; incluye la pertenencia objetiva (cerebral) a uno de ellos en más o menos, y la identificación subjetiva con uno de ellos en más o menos.
=del mal y el bien: preparada para reflejar la existencia de condiciones indeseables y deseables, objetiva o subjetivamente, a partir de experiencias de daño.

Funcionales, que no generan representaciones de la estructura, sino modos de funcionamiento:
= de memoria y voluntad: capacidad de reflejo subjetivo de la dimensión temporal, dividida en memoria actual, accesible y latente (pasado) y en voluntad inoperativa u operativa, o deseo y acción (futuro)
La memoria accesible y la latente se forman a) por razones de economía, para evitar la acumulación de datos en la consciencia y tienen un acceso más o menos fácil/difícil o b) por razones de represión de las experiencias de temor o daño.
=de asociación: preparada para vincular experiencias similares (connotaciones)
=de condicionamiento: preparada mediante la repetición de estímulos de placer o daño para asentar conductas.
=de razonamiento: preparada para observar los elementos comunes de realidades distintas (conceptos) y para formar con ellos cadenas de juicios, discursos y teorías en un proceso gradual(inducción y deducción)
=de intuición: preparada para observar las realidades distintas en su conjunto, como distintas, en un proceso instantáneo.

Miércoles, 30 de noviembre de 2011

Primero, la utilidad práctica que tiene el modelo de los ordenadores para entender a los humanos.

Antes se dudaba si nacíamos con ideas preestablecidas o "tan quam tabula rasa". Ahora hay base para pensar que venimos con un hardware preparado para albergar ciertas maneras de pensar. Kant ya lo nombró como formas "a priori" de la mente: él
mencionaba el espacio/tiempo, por ejemplo. Yo he mencionado, por ser de mi
interés, el sentido del Uno, el de los sexogéneros, el razonamiento, la
intuición...

De la informática también hemos extraído la idea de las realidades virtuales. ¿Somos una "matrix", un programa que proyecta en nuestra conciencia una realidad virtual? Solo esta posibilidad nos hace buscar otra realidad subyacente. ¿Podemos ver en ésta la fisura que nos permite entrever la otra, como Neo vió el gato que pasaba dos veces?

Jueves, 1 de diciembre de 2011

Sigo explicando lo que dije muy resumido.
La palabra "yo" es el centro de la Psicología.
"Yo soy yo", es una intuición
inolvidable. "Existo; estoy aquí; esta persona soy yo".
Es asombrosa. Lo primero, divide el mundo en dos, yo y lo demás. ¡Con tal desproporción! ¡Yo a un lado y el resto del Universo, no-yo, a otro!
Segundo, es única. Solo yo digo yo en el sentido en que yo lo digo: yo. Tú lo dices en otro sentido: tú.
Tercero, es interior, solo accesible a mí, en gran parte inaccesible a todos los demás: ellos sabrán de mí solo lo que yo les diga; incluso, mis sentimientos no puedo expresarlos del todo, quedarán en mí.
Cuarto, está desnudo o es pobre, distinto de todos los adjetivos que se le añaden, solo mira y siente.

(Para mí, pensar esto no fue fruto de la reflexión (filosofía) sino de la experiencia. Me acuerdo del momento y el sitio en que me dí cuenta de que "yo soy yo": fue con diez años y en el pasillo de casa de mis abuelos. Cuando lo expliqué en
clase, un alumnillo me contó una historia preciosa: era él tan chico, que
jugaba en la cocina a subirse y saltar de una silla, con su madre que guisaba,
y de pronto, al tirarse una vez, pensó, y se quedó quieto de la iimpresión:
"Yo soy yo" (o "yo estoy aquí") Ese día, una alumna contó también que lo sintió de pequeña, en la camilla en que iba hacia un quirófano,sintiendo que no podía escaparse de su cuerpo...)

Viernes, 2 de diciembre de 2011

La formación de la mente (software) se hace en continuidad de su base física (hardware). La bioquímica la origina, la altera o la destruye. Pero una vez formada, la mente pertenece a otro plano, el psíquico.

En él, se ve cómo el yo (sujeto)se distingue de todo lo demás (objeto), nada menos que el resto del Universo.

Esta distinción crea una fisura o distanciamiento entre ambas funciones psíquicas, que resulta básica en la vida humana. De ella depende el “me gusta/no me gusta”, el rechazo de conductas instintivas, fijadas por el hardware, y la búsqueda de alternativas.

Yo miro y siento, en mi forma simple y pura. Entre estos sentimientos puede surgir el amor de entrega por ti,parte del objeto. La fisura entre mí y lo demás puede hacer que renuncie a mí por ti, superando el amor propio.

El olvido de mí, rompe la estructura de emociones que correspondería a ese sujeto-objeto. Su belleza no es natural, sino sobrenatural.

La existencia de la fisura o distancia entre mí y el resto de la realidad permite una valoración de ésta, presente por ejemplo en la experiencia de las personas transexuales que renunciamos al sexo al que encontramos que, se dice, pertenecemos, y elegimos el otro con la claridad de nuestra subjetividad.

Es la misma actitud que, más en general, lleva al “contemptu mundi”, o “descontento del mundo”, (objeto), lo que puede llevar a la depresión o al suicidio o bien a la interiorización en el sujeto y en los hallazgos dentro del sujeto que enseñan todas las místicas.

Lunes, 5 de diciembre de 2011

Pilares Mayores
=Uno. El esquema sujeto/objeto hace ver al sujeto desnudo, sin adjetivos, consciencia pura distinta de todas las cualidades externas, que son objetivas. “Persona”, en el sentido en que lo decimos muchas transexuales, distinta de la distinción hombre/mujer,feo/hermoso, etcétera
Sujeto que mira, sabe y siente, quizá ansioso de saber y sentir. La moral que se deduce, ve en los humanos lo primero esta función de sujetos o personas, iguales, puesto que estamos desnudos, y nuestra vida humana consiste en saber y sentir. Ansiosos de educación y de libertad para saber y sentir.
=Dos. La libertad de pensamiento, de expresión y de crítica es una exigencia necesaria de la realidad del sujeto, ávido de mirar, saber y sentir. Éste es el primer derecho de una moral natural,que reconozca el sujeto/objeto como primera estructura individual y natural.

Esta exigencia individual y natural choca a menudo con sistemas sociales de pensamiento, religiones o filosofías (incluso ateas) establecidas, que sostienen códigos morales,sancionados por la imposición de las autoridades/ o el consenso de la mayoría.

Todos los humanos individuales carecemos de la capacidad de entender por ahora toda la complejidad de la realidad, pero muchos de los que se sienten incapaces dejan esa responsabilidad en otras manos,con lo que una sociedad se articula naturalmente en dirigentes, agitadores o autoridades(religiosas, filosóficas, políticas o morales) y seguidores.

Pero todos los humanos somos racionales, aunque sea de manera difusa, y los códigos se establecen o se desobedecen según correspondan o no con las necesidades de cada momento. Oscilan, por ejemplo, entre la transigencia y la severidad. En palabras de Tucídides, atribuidas a Pericles, “no todos somos capaces de hacer una política, pero todos somos capaces de juzgarla”.

Lo que hace a un código moral básicamente aceptable o inaceptable, es el grado de libertad o disidencia que reconozca a quien es el principio de toda vida que podamos llamar humana, el sujeto desnudo, que mira, piensa y siente en oposición a su objeto, aunque éste sea el resto del Universo.

=Tres. Pero en el sujeto está también su sentimiento, y por tanto su amor, y éste tiende a ser único y
perpetuo.

Jueves 8 de diciembre de 2011

Si la estructura fundamental de la realidad es 1. yo y 2. lo demás (1. yo que miro y 2. lo que miro), entonces lo Absoluto, si existe, no puede estar en 2 y ser un objeto más, porque entonces sería limitado, sino que está en 1, en mí, y como dice el Corán,"es más interior a mí que yo mismo" y "está más cerca de mí que mi vena yugular"

Esta idea es conforme con Berkeley y Heisenberg.

Domingo, 11 de diciembre de 2011

Puedo describir la estructura de "lo que miro".

En torno a mí (quien mira, el sujeto), lo que veo se organiza en círculos concéntricos.

El primer círculo soy yo misma vista por mí (yo objeto contemplado por yo sujeto) Es mi manera de ser, mi personalidad, mi identidad. Lo más impresionante es que periódicamente me sumo en lo negro, cuando me duermo, y periódicamente vuelvo a despertar, y esto me revela que estoy regulada por las leyes de la bioquímica, y no solo en este, sino en todos los aspectos.

El segundo círculo es mi cuerpo, que a veces me asombra (miro mi mano frente a mis ojos, y me asombra que sea como es; me miro en el espejo) Está regulado por las leyes bioquímicas de la salud, que me puedo saltar, con fuertes consecuencias.

El tercer círculo son las otras personas con quienes convivo para bien y para mal. Nuestra convivencia está regulada por leyes racionales en el fondo y por leyes humanas en la superficie, que también me puedo saltar, pero también con fuertes consecuencias.

El cuarto círculo son los vegetales, animales, minerales de los que me alimento y que me rodean en nuestro planeta y en otros, estrellas, galaxias y posibles universos, regulados por leyes bioquímicas, químicas y físicas.

Aparte de mí misma, que existo sin saber por qué, todo lo demás existe sometido a un por qué, a la Lógica, que lo impregna todo como una realidad previa.
 
Todo ello lo veo o lo voy viendo desde mí, hasta el punto de que todo lo que sé o lo que percibo, como comprendió Berkeley, está dentro de mi cabeza. Yo voy entendiendo esa Lógica, que es anterior también a mí. Podría estar incluso creando lo que veo, pero no he creado la Lógica, porque me cuesta entenderla; podría yo ser Dios, aunque lo de caer en lo negro y renacer cada mañana, me hace pensar por lógica que soy demasiado limitada para serlo.








miércoles, septiembre 07, 2011

Revisión de El Pensamiento

=1.Pensamos porque suponemos que pensar tiene sentido.
=2. La realidad debe de tener sentido, porque la pensamos.

Estas dos afirmaciones se llaman postulado de consistencia (o coherencia)

El concepto de sentido se refiere a que la actividad de pensar dé resultados prácticos; pensar es un trabajo, un esfuerzo; se supone que gasto mi energía de una manera conveniente para mí, porque me puede llevar a una situación mejor.

Esperamos que todo nuestro pensamiento sea consistente, coherente; esta frase es un caso particular de esta otra:

Esperamos una consistencia o coherencia universal.

= = =

Nuestro pensamiento funciona de dos maneras:

=Mediante la abstracción, y
=Mediante la intuición.

La abstracción funciona extrayendo los elementos comunes de las realidades distintas, que llamamos conceptos, y descubriendo por tanto la primera relación entre ellas: que tienen elementos comunes.

Llamamos razonamiento al descubrimiento de las relaciones entre los conceptos; es un movimiento gradual, trabajoso y lento, aunque a veces puede resultar acelerado, de apariencia instantánea, por la familiaridad con los conceptos que se relacionan.

El razonamiento humano trata de descubrir el conjunto de todas las relaciones, la llamada Razón o Lógica, de la que las Matemáticas son la parte referida a las cantidades. Sin embargo, de hecho es fragmentario, limitado por su principio y final, y expuesto a dos clases de errores: el error de principio, que hace que toda la continuación pueda ser lógica, pero errónea; y el error intermedio, que puede ocurrir en cualquier momento, anulando la logicidad de la continuación.

Pero en general, el razonamiento suele ser inseguro por su propio carácter fragmentario; esto es lo que trato de superar por una reflexión sobre la naturaleza del propio pensamiento, y sus dos segmentos sucesivos; la intuición y el razonamiento.

Puesto que la abstracción funda el razonamiento mediante la extracción de los elementos comunes de las distintas realidades, al abstraer queda un residuo inabstraíble que es la singularidad de cada realidad.

Todas las realidades son realmente seres singulares y ninguna equivale íntegramente a otra.

La singularidad no es tampoco accesible por tanto al razonamiento, sino a una forma anterior del pensamiento, que es la percepción intuitiva, la intuición, que siente las realidades como conjunto, no analizadas, y las carga de afectos de atracción, deseo o repulsa.

Éste es el fundamento de las emociones y su expresión el arte, la religión y su expresión la liturgia, y el amor o el odio.

La intuición no es conceptual, por tanto no verbalizable. Quiero decir que no se puede comunicar con palabras, que es estrictamente personal y no comunicable. ¿Cómo explicar exactamente a otra persona lo que siento ante determinada música, aunque sea un sentimiento muy definido para mí?

Por tanto, las verdades intuitivas son una parte de la realidad objetiva de la que sin embargo no se puede hablar estrictamente. Para comunicarlas, es preciso suscitar en el interlocutor un sentimiento que se espera que sea análogo (aunque puede no serlo hasta un grado asombroso: el protagonista de “The Clockwork Orange” asociaba a Beethoven con la violencia)

Ésta es la función de las obras de arte: intentar comunicar lo verbalmente incomunicable mediante analogías; provocando estados de ánimo que se espera que creen sensaciones y sentimientos semejantes (Por eso, la crítica de arte puede tratar sólo de los hechos conceptuables relacionados con el mensaje artístico desde fuera: técnica, estilo, génesis, influencias, etcétera, pero nunca consigue hablar del mensaje en sí)

Los testimonios de la intuición son históricos: hay un ser humano que tiene en determinado momento y determinado lugar una intuición, mínima o máxima: Así, Gautama al sentarse bajo cierta higuera. No se puede explicar. Quienes estén interesados sólo pueden intentar experimentar algo análogo.

Todo esto quiere decir que el razonamiento no es la única manera humana de pensar o conocer y que la intuición abre la mente humana por lo visto a experiencias como la del Absoluto o la Perfección (no se puede demostrar más que intentando repetirla, y su validez es sólo para sí)

= = =

Pero volviendo al razonamiento, que es nuestro acceso precario a la Razón, se puede plantear también esta pregunta: ¿La Razón, las Matemáticas, están dentro o fuera de la mente humana?

Por la gravedad, que lleva a las partículas a juntarse por igual en derredor de un centro, los astros forman esferoides.

Antes de que existiéramos los humanos, las abejas, para conseguir una red de celdas en la que los perímetros fueran los mínimos, consumiendo el mínimo de material y de trabajo, y los volúmenes los máximos, formaban hexagonoides.

Muchas flores, las hojas en torno a ciertos tallos, los nudillos de nuestros dedos, están en una proporción similar a la del que llamamos número áureo, antes de que supiéramos que existía.

Esto quiere decir que la Materia se organiza en formas parecidas a las formas matemáticas, no igualándolas porque éstas, al ser exactas, se pueden pensar pero no materializar. Por eso, queda entre las formas materiales y las matemáticas un residuo, que es la expresión material de lo inconceptuable o singular, que fundamenta a la vez su unicidad.

El hombre ha ido haciendo procesos de abstracción en los que va descubriendo, no inventando, las relaciones matemáticas que transparenta la Materia (de la Agrimensura se pasó a la Geometría) Al hacerlo, descubre a su vez otras relaciones matemáticas que pueden no estar en la Materia. La Materia es racionalmente inteligible y trasluce unas Matemáticas exactas que, sin embargo, no están en ella.

Son algo sólo pensable y por tanto pueden ser un pensamiento.

¿De quién?

= = =

Esta Materia que vemos y de la que formamos parte es despiadada por tres razones:

=1. En ella se generan seres vivos, y sensibles, y conscientes, que pueden ser sujetos pasivos de acontecimientos externos a ellos.

=2. Los seres sensibles (animales) estamos concebidos de manera que nuestra existencia depende de que devoremos a otros seres vivos, lo que produce el dolor y el miedo como fenómenos neurológicos que acompañan a nuestra sensitividad.

=3. Además, los seres vivos estamos siempre expuestos a la destrucción, como se ha dado en las extinciones y podría darse con carácter general en cualquier momento (“fin del mundo”)

Esta Materia podría haberse organizado con arreglo a fundamentos que la hicieran paradisíaca para sus partes vivas, sensibles y conscientes. No se puede excluir que la Inteligencia haya organizado también cúmulos de Materia que tengan estas propiedades, apartados de éste.

= = =

La realidad de una Materia despiadada para los seres sensitivos, supone que el Pensamiento que la organiza es despiadado (impersonal, maquinal)

El sentido que encontramos en ella es sólo físico, material; es lógico que dadas ciertas premisas, se sigan lógicamente ciertos efectos. Pero si éstos llevan consigo el dolor de los seres materialmente sensitivos, parece que en este nuevo plano, no tiene sentido una Materia que llevaría a la formación de seres sensitivos sólo para someterlos a un infierno; y la falta de sentido contradiría el postulado de consistencia, por lo que no puede ser que la existencia del dolor carezca de sentido.

El postulado de consistencia requiere que toda la realidad tenga todo el sentido para que valga la pena seguir pensando sobre ella, intuitiva y racionalmente. Es verdad que esta Materia no es buena, que excluye un Creador bueno, pero la consistencia requiere un Principio de todo cuanto se pueda pensar, que tendrá que estar más allá del bien y del mal.


= = =

Puesto que la Materia es cruel y desalmada, su consistencia racional lleva fuera de ella.

No puedo todavía establecer esta racionalidad, pero los humanos siempre la hemos afirmado intuitivamente mediante actos supramateriales, decididos a menudo sin más justificación racional que su valor en sí.

Estos actos, relativizan la vida material. Si la vida material fuera el bien supremo, ¿qué vilezas habría que hacer para conservarla?

Muchas personas se han visto en el dilema de hacer algo contra personas queridas o perder la vida, y han decidido perderla. En nuestra tradición, esto se puede llamar “principio de Antígona”.

Su estructura racional es la siguiente:

=Por consistencia o coherencia, debo hacer esto;
=pero la Materia me lo niega;
=luego pasaré por encima de la Materia.

jueves, agosto 18, 2011

El Pensamiento



Por Kim Pérez


=1.Pensamos porque suponemos que pensar tiene sentido.
=2. Pensar tiene sentido, porque pensamos.

Estas dos afirmaciones se llaman postulado de consistencia.

El concepto de sentido se refiere a que la actividad de pensar dé resultados prácticos; supone que gasto mi energía de una manera conveniente para mí, porque me puede llevar a una situación mejor.

1 y 2 son dos afirmaciones distintas: 1 parece más práctica. Es lo que cualquier padre puede aconsejar a su hijo. 2, parece una inferencia teórica de la anterior, relativa a la consistencia general del pensamiento.

¿Pero 1 y 2 son suposiciones, hipótesis?
¿No se ha demostrado su validez en cualquier caso, no han sido confirmadas? Se puede afirmar que, de hecho, pensamos mientras podemos. No se puede afirmar que tenga sentido en todos los casos.

Esperamos que todo nuestro pensamiento sea consistente, coherente; esta frase es un caso particular de esta otra:

Esperamos una consistencia o coherencia universal.

= = =

Nuestro pensamiento funciona de dos maneras:

=Mediante la abstracción, y
=Mediante la intuición.

La abstracción funciona extrayendo los elementos comunes de las realidades distintas, que llamamos conceptos, y descubriendo por tanto la primera relación entre ellas: que tienen elementos comunes.

Llamamos razonamiento al descubrimiento de las relaciones entre los conceptos; es un movimiento gradual, trabajoso y lento, aunque a veces puede resultar acelerado, de apariencia instantánea, por la familiaridad con los conceptos que se relacionan.

El razonamiento humano trata de descubrir el conjunto de todas las relaciones, la llamada Razón o Lógica, de la que las Matemáticas son la parte referida a las cantidades.

Puesto que la abstracción es la extracción de los elementos comunes, al abstraer queda un residuo inabstraíble que es la singularidad de cada realidad.

Todas las realidades son realmente seres singulares y ninguna equivale íntegramente a otra.

La singularidad no es accesible por tanto al razonamiento, sino a una forma anterior del pensamiento, que es la percepción intuitiva, que siente las realidades como conjunto, no analizadas, y las carga de afectos de atracción, deseo o repulsa.

Éste es el fundamento del arte y el amor o el odio.

= = =

Se suele plantear esta pregunta: ¿La Razón, las Matemáticas, están dentro o fuera de la mente humana?

Por la gravedad, que lleva a las partículas a juntarse por igual en derredor de un centro, los astros forman esferoides.

Antes de que existiéramos los humanos, las abejas, para conseguir una red de celdas en la que los perímetros fueran los mínimos, consumiendo el mínimo de material y de trabajo, y los volúmenes los máximos, formaban hexagonoides.

Muchas flores, las hojas en torno a ciertos tallos, los nudillos de nuestros dedos, están en una proporción similar a la del que llamamos número áureo, antes de que supiéramos que existía.

Esto quiere decir que la Materia se organiza en formas parecidas a las formas matemáticas, no igualándolas porque éstas, al ser exactas, se pueden pensar pero no materializar. Por eso, queda entre las formas materiales y las matemáticas un residuo, que es la expresión material de lo inconceptuable o singular, que fundamenta a la vez su unicidad.

El hombre ha ido haciendo procesos de abstracción en los que va descubriendo, no inventando, las relaciones matemáticas que transparenta la Materia (de la Agrimensura se pasó a la Geometría) Al hacerlo, descubre a su vez otras relaciones matemáticas que pueden no estar en la Materia. La Materia es racionalmente inteligible y trasluce unas Matemáticas exactas que, sin embargo, no están en ella.

Son algo sólo pensable y por tanto pueden ser un pensamiento.

¿De quién?

= = =

La Inteligencia que organiza la Materia opera en términos inmateriales y así es distinta de la Materia.

Por tanto, esta Materia no tiene que tener las atribuciones que pensamos que puede tener esa Inteligencia; no tiene que ser Absoluta, Perfecta, Gloriosa, Divina.

Esta Materia que vemos y de la que formamos parte es despiadada por tres razones:

=1. En ella se generan seres vivos, y sensibles, y conscientes, que pueden ser sujetos pasivos de acontecimientos externos a ellos.

=2. Los seres sensibles (animales) estamos concebidos de manera que nuestra existencia depende de que devoremos a otros seres vivos, lo que produce el dolor y el miedo como fenómenos neurológicos que acompañan a nuestra sensitividad.

=3. Además, los seres vivos estamos siempre expuestos a la destrucción, como se ha dado en las extinciones y podría darse con carácter general en cualquier momento (“fin del mundo”)

Esta Materia podría haberse organizado con arreglo a fundamentos que la hicieran paradisíaca para sus partes vivas, sensibles y conscientes. No se puede excluir que la Inteligencia haya organizado también cúmulos de Materia que tengan estas propiedades, apartados de éste.

= = =

Los seres conscientes que ha generado esta Materia nos encontramos obligados a tomar decisiones conscientes sobre nuestras acciones.

Esto es una constatación empírica, cuya razón no sé explicar, aunque puede deberse bien a la limitación de nuestro razonamiento, incapaz de ver todas las relaciones o consecuencias de nuestros actos, bien a que seamos tan libres, que podríamos decidir sobre nuestros actos aunque supiéramos todas sus consecuencias buenas o malas.

En la toma obligada de nuestras decisiones, que nos fuerza a ser libres, podemos seguir o no un criterio general, que si optamos por él, puede ser nuestro antojo, nuestra intuición, nuestro razonamiento, obedecer un código preestablecido...

Empíricamente, sabemos que todos estos métodos pueden producir resultados buenos o malos. La medida del bien y el mal puede ser la consecución de fines deseables o la caída en los indeseables.

En todo caso, como los humanos no podemos dejar de razonar, y siempre juzgaremos nuestros resultados con arreglo a nuestro razonamiento (que se llama también juicio), es más directo establecer el siguiente criterio para la toma de decisiones:

=Lo bueno será decidir lo razonable.
=Lo malo será decidir lo irrazonable.

(Aunque resulte a veces muy difícil decidir por qué lo razonable y lo irrazonable lo son)

En todo caso, mediante la abstracción nuestro razonamiento se eleva hasta lo inmaterial, por lo que puede ser que consideremos que lo razonable sea tomar una decisión que nos sitúe en lo inmaterial, una de las que llamamos sacrificio o heroísmo.

lunes, agosto 15, 2011

Una filosofilla del siglo XXI


Publicado ayer en mi página de Facebook



Toda filosofía presupone una física, un entendimiento de la naturaleza, del tiempo, del espacio, para definir lo que es causa y efecto, la responsabilidad, etc. Hasta el siglo XX, hemos tenido la física del sentido común, y luego la de Newton. Pero en el mismo siglo XX, llegó una física que no es la de del sentido común, sino la cuántica, y ahora, en el siglo XXI, es hora de crear una filosofía que esté a su altura.

La física cuántica ha valido hasta ahora sólo para las partículas más ínfimas, pero empieza a entreverse que vale para todo. En la realidad más básica no hay espacio ni tiempo. Eso hace que algunas veces parezca que algunas partículas van hacia atrás en el tiempo.

Si no hay un antes y un después, o andan al revés, entonces el orden causa-efecto, propio de la física clásica, en el que la causa es antes que el efecto, se deshace. Todo es a la vez.

Todo está entrelazado. Todo es una realidad única.

Esto puede explicar también algunos hechos que llamamos paranormales sólo porque la física clásica no sirve para entenderlos. Si yo puedo ver en sueños algo que la física clásica me dice que todavía no existe, es que ya existe y por eso lo veo.

Si yo puedo sentir en mi nuca tu mirada, sin que me toques, es que tú y yo no estamos separados, no somos personas distintas, somos la mente única de la realidad única...

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sábado, agosto 13, 2011

El espacio de la razón


(Publicado entre ayer y hoy en mi página de Facebook)


Pongo mi fe en la razón, la lógica. Forma la estructura del Universo, y por eso vale la pena pensar. Está por encima de la voluntad humana, porque aunque nos neguemos, tenemos que reconocer su supremacía. Es el único sistema de pensamiento común a todos los humanos. Y tenemos que ser humildes, porque es difícil de alcanzar, lo que nos obliga a la crítica, al diálogo y a la rectificación.

La razón de haber puesto esto es la atención a una necesidad práctica mía y otra colectiva. Empiezo por la mía. Tengo necesidad de la Verdad con mayúscula, del Sentido, de lo Absoluto, lo Perfecto, lo Divino, y a la vez sé que la realidad para nosotros es una mezcla de horror, dolor y alegría (poca), por lo que las visiones de nuestra tradición no son suficientes. Pero en la razón encuentro a algo inmaterial, con sentido, que rige a la materia, al Universo, que está por encima de nuestros antojos, porque cuando la encontramos tenemos que rendirnos a ella, y que puede ser comprendida por todos, queramos o no, creando un entendimiento básico entre los humanos. Es interesante, no podemos renunciar a ella.

La necesidad colectiva es que en la cultura española actual falta el conocimiento, respeto y veneración central a la razón que existe sobre todo en Francia. Incluso, no existe el concepto. En clase de bachillerato, entre alumnos que ya habían pasado casi toda la secundaria, tenía que explicar lo que es la lógica, la razón. Encuentro que estamos divididos tan radical, visceralmente, entre derechas e izquierdas, básicamente entre creyentes y agnósticos o ateos, porque no sabemos que la razón puede unirnos, ser respetada por todos, permitirnos a todos un diálogo racional y clarificador, entre todos los que quieran razonar, un diálogo que sólo por existir no romperá los lazos humanos entre nosotros.

viernes, agosto 05, 2011

¿Existe el tiempo?




Muchas veces he pensado que puede ser que el tiempo no exista (fuera de nuestra percepción) Entonces, al morir y acabarse nuestras percepciones, entraríamos en un no-tiempo en que todo existiría a la vez. Nos veríamos como realidades con principio y fin, pero eternas. Hoy encuentro un artículo de Vlatko Vedral, "Vivir en un mundo cuántico", en "Investigación y Ciencia", agosto 2011, en el que expone algunas investigaciones actuales sobre mecánica cuántica (antes aplicada sólo a lo supermicroscópico, a las partículas subatómicas), en las que el tiempo y el espacio se empiezan a considerar como hechos de la física clásica, o macroscópica, que se irían desarrollando a partir de un fundamento en el que no existan.

En los párrafos finales de este artículo, los más comprensibles para los profanos en física, se menciona que Stephen Hawking cree que la teoría de la relatividad de Einstein, la última gran teoría clásica, debe sustituirse por otra que no considere ni espacio ni tiempo.

En consecuencia, vida y muerte empiezan a cambiar de aspecto en la física contemporánea. Existen desde luego, como realidades macroscópicamente distintas, pero en su íntima estructura física, existirían a la vez, fuera del espacio y el tiempo.

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jueves, agosto 04, 2011

¿Qué ven los perros?



La historia humana dura ya dos millones seiscientos mil años, contando con los habilinos y los erectinos, mucho más que la fina capa de cinco mil años de la historia escrita; casi cien mil generaciones de criaturas conscientes hemos vivido milenios y milenios como otras especies animales, sujetas a la ignorancia; al nacer, comer, gozar, sufrir y morir, aparentemente sin sentido.

¿Pero qué ven los perros? A veces, ladran ante una pared, aparentemente vacía. Un amigo mío vivió en su niñez en una antigua casa de la Inquisición, en la provincia de Jaén que tenía un sótano siempre cerrado; una perra suya bajó una vez a él, y salió aullando, corriendo y se perdió en las calles y nunca más volvió.

¿Hay algo que ellos ven y nosotros también veíamos y hemos dejado de ver precisamente con la consciencia?

¿Hay algo que nos libere de nuestra bioquímica, que es lo que nos manda nacer, comer y morir?

lunes, julio 25, 2011

Mecánica cuántica de la creación




En medio de la experiencia del dolor y de un mundo despiadado, intento entenderlos, y salvar mi necesidad de pensar en un sentido o un orden de la realidad que remite a una Inteligencia creadora. Pero eliminada la creencia de que sea una Inteligencia misericordiosa, puesto que no hay misericordia en lo que veo, ¿de qué clase puede ser esa Inteligencia?

Puede ser que esté en mi interior, pero más allá de donde yo, que me conozco, dejo de ser yo y de conocerme. Encuentro que de esto habla la mecánica cuántica, y me disculpo si lo que voy a decir usa unos conceptos que es preciso conocer primero; pero son elementales, no es difícil encontrar una explicación de estos fundamentos.

La mecánica cuántica, como ciencia humana que tiene que poner negro sobre blanco lo que observa, insiste en el observador, el que mira, al afirmar que el proceso de observación colapsa una nube de probabilidades al definir un acontecimiento. Así pues considera por un lado un cálculo matemático previo, inmaterial, y por otro un hecho físico, material, histórico.

Se puede temerariamente hipotetizar que el observador y la observación creen inconscentemente la realidad al descubrirla.

Esta creación muestra que las Matemáticas son exteriores a las percepciones físicas, las primeras, calculadas en abstracto, sin observación, las segundas, descubiertas en concreto, por el observador y así, tal vez, creadas, pero ambas contenidas en la mente observadora.

Este proceso se parece a la afirmación de Berkeley de que todo lo que sabemos está dentro de nuestra consciencia, y que nada sabemos que esté fuera de ella. En términos berkeleyanos, también se puede decir entonces que en la consciencia se crea inconscientemente la realidad que percibimos, sólo que lo cuántico matiza que en ella hay una razón que da vueltas por sí misma y una observación que cuenta con la percepción...o con el colapso de las probabilidades, la decisión, la elección, la creación.

¿Esta definición de la realidad, tanto la cuántica como la berkeleyana, como creada por la contemplación de un sujeto, tiene algo que ver con la noción de un creador, tanto literario como cósmico? ¿Se puede emparentar el cosmos con la literatura, que entre mil posibilidades define un relato? ¿Es el cosmos literatura, una grandísima Novela? ¿Está presidido, más que por la bondad, por la belleza, la emoción y el interés?

domingo, julio 24, 2011

Detención de la pubertad



Hablando de cuestiones prácticas.

La de los/las/les adolescentes variantes de género.

Es correcto llamarles "variantes de género" y no transexuales porque la fluidez de su conciencia de género es máxima.

No se debe emplear con ellos/ellas/elles ningún nombre que signifique una "definición definitiva".

Están aprendiendo mucho de sí y de la sociedad, precisamente porque ignoran mucho y tienen la mente muy abierta.

Por ejemplo, puede ser que estén al principio muy influidos por nuestra cultura binaria de género: o lo uno o lo otro, o varón o mujer. A lo mejor, a alguno/alguna/algune le resulta revelador enterarse de las concepciones no-binarias: ni lo uno ni lo otro; yo.

Por eso se explica lo que contó el Doctor Domenico di Ceglie, de Londres, especialista en adolescentes variantes de género (sí, en algunos países existen esos especialistas) Atendió a un adolescente, de unos 13 años, que quería ser chica. Asesoró a los padres, aplicó un tratamiento de detención hormonal de la pubertad (existen), para dar tiempo al tiempo, hablaron con el colegio, consiguieron que pudiera ir con ropa femenina y recibir en clase un nombre femenino.

Todo fue perfecta y normalmente. Al cabo de los cinco años, cuando llegó el momento de salir del colegio, pasar a la universidad, y la edad legal de tomar las propias decisiones, el adolescente, que había tenido tiempo y tranquilidad para entenderse, dio las gracias y volvió a una identidad masculina (o masculina difusa, o masculina ambigua, quizás, aventuro yo ahora)

Esto plantea el hecho práctico, crucialísimo, de que en esas edades hay que aplicar tratamientos de detención de la pubertad. Es conveniente que el adolescente permanezca durante unos años en la ambigüedad de la preadolescencia, de manera que la voz no cambie, ni las facciones, en sentido masculino, ni que el cuerpo se modele en sentido femenino, sino que se tenga un tiempo de espera y reflexión.

¿Qué hay sobre detención de la pubertad en los buscadores? En español, si se busca por "transexual detención pubertad", se encuentran alusiones en varios blogs, aunque supongo que el profesional que quiera conseguir información, tendrá que recurrir al inglés, en el que se puede encontrar bastante, buscando por ejemplo por "transgender halt pubertal development", relativos a la hormona antagonista de la hormona luteínica (LHRH)

Carolina



Hablo en esta página de cosas que me llenan el corazón... ahora que tengo setenta años y que he resuelto mis problemas sociales, que han sido siempre tan fuertes.

Tanto es así, que a veces se me olvida escribir de las personas que tienen o han tenido todavía frescos esos problemas sociales.

Son personas de muchas clases: hay personas jóvenes, aturdidas por su transexualidad, y rodeadas por familiares todavía más aturdidos, en el mejor de los casos... o por un muro de silencio.

Hay personas maduras que viven en ese silencio que ha crecido en torno suyo como una tapia (yo estaba así) o como un seto de árboles espesos, e intentan mirar hacia fuera, empinarse, y no lo consiguen. Mari, mi querida amiga de Jaén, tantas otras...

Hoy acaban de hablar en Tele5 Antonio y Amparo, los padres de Carolina, y me han recordado, como yo los recuerdo a ellos, con tanto cariño, sólo porque hemos hablado mucho de su hija Carolina, ahora una transexual veinteañera, y yo les pude comunicar lo que sabía por tantos años de tener mi propia mente en la transexualidad.

Tendría que escribir sabiendo que muchas personas de las que miran este blog no quieren saber cuestiones abstractas o teóricas, sino prácticas, de entrar en la realidad.

Esta noche habrá televidentes del programa en que los he visto que buscarán mis páginas en los buscadores o en facebook. Escribo esto: que encuentren algo, que luego, cuando entren días después, sigan encontrando algo.

Pongo copia de esta entrada en mi otro blog, http://transexologia.blogspot.com
Ahora mismo es muy abstracto. En adelante, si puedo, habrá mucha más información concreta y práctica.



miércoles, julio 13, 2011

Espiritualismo vs materialismo



La función de las Matemáticas como organizadoras de la Materia confirma que una realidad inmaterial, que es sólo pensable, precede a las realidades materiales.

Por tanto, tiene sentido que los hombres invoquen y reverencien la inmaterialidad por intuición: lo inmutable y puro.

Esta espiritualidad común a todos los hombres se expresa mejor en las liturgias que en los dogmas.

Es verdad que basta una analítica médica para ver que somos número y que el equilibrio-desequilibrio de la vida depende de una estructura matemática.

Pero a la vez, en esta estructura hay un factor de indeterminación o libertad (¿cuántico?) que, sin dejar de ser numérico (cálculo de probabilidades) deja sitio a la voluntad para afirmar el equilibrio o romperlo en desequilibrio.

¿Sólo nuestra voluntad personal? ¿O ésta es parte consciente de una voluntad general supraconsciente y lo indeterminado, libre y voluntario es propio de todo el universo?


jueves, mayo 19, 2011

Una aventura singular



Estoy suprimiendo blogs que había empezado, sin continuarlos; uno de ellos, con una sola, entrada, era "Hombres, Mujeres y Tú".

Esta entrada era la que pongo a continuación. Me parece polémica y a propósito con lo que estamos debatiendo en estos días. Cuento el descubrimiento de que mi genitalidad es femenina (oculto por decenios de no-sexo), compatible con el hecho de que mi identidad es ambigua (yo soy yo)

Los conceptos son los de hace casi un año; han variado un poco desde entonces. Ahora, prefiero hablar del Binario de los Dos Atractores Estadísticos, Inmateriales, y del No-Binario de las infinitas realidades materiales sexogenéricas que giran en torno a él y son diferentes de él. Pero lo que cuento puede ser interesante como experiencia que mantuvo despierta mi fantasía durante dos meses, noche y día.


Publicado en http://CarlaAntonelli.com el 20 de junio de 2010


En el Botánico, el bar donde solemos reunirnos, cuento la historia de estos días:

Estaba haciendo un trabajo teórico sobre el Código de Género, cuando tuve que poner un ejemplo. Empecé a escribirlo, y de pronto vi nacer toda una fantasía erótica, tan fuerte, que llevo ya seis o siete días con ella.

Me sorprende cuando tengo sesenta y nueve años, y cuando me había asentado y acomodado en una asexualidad que me parecía verdaderamente mía, y propia de mis años, sobre todo porque, estando operada, no tengo andrógenos, ni estrógenos, ni nada.

Me acordaba de cuando encuentro a algunas amigas biomujeres que dicen que, con cincuenta y tantos o sesenta años, ya no tienen deseos, ni mariposas en el estómago, porque con el final de la menstruación ya no tienen estrógenos, y qué sé yo qué.

Pues nada de eso, porque yo tengo unos diez años más, y tengo desde luego muchas menos hormonas que ellas, y sin embargo, ahora estoy sintiéndome, como no se lo pueden figurar, y no sé por qué.

Me he quedado trastornada, durante días notando que estaba entre realidades mentales que no entendía y que no podía explicar; pero tranquila, porque las fundamentales, mis deseos, los entendía y los conocía, y eran tan fuertes como si me dijeran que eran la realidad, mi realidad más profunda que yo había olvidado porque la temía.

Mi sensación de estar perdida venía, no de ellos, sino de no saber cómo ordenarlos, cómo hablar de ellos en los foros en los que entro, en este Diario Digital Transexual, en mi grupo de amigos de Conjuntos Difusos.

Era como si tuviera que quedarme callada, y no por prudencia, sino porque no sabía decir una palabra.

Ya sé cómo puedo hablar de todo esto, ya sé contarlo.


La fantasía es básicamente la misma que la que tuve con ocho años, aunqque entonces no estaba erotizadada; me habla, por tanto, de un componente fuerte de mi personalidad; es exactamente la misma que tuve, con veintisiete años, la primera vez que viví como transexual; y se parece, no en contenidos, sino en efectos, a las que tenía, muy intensas, locas entonces, con cuarenta y tantos años. Escribía horas y horas, con las sienes palpitándome, etcétera. Me daban miedo porque me daba la impresión de que iba a tener una apoplejía, un ataque cerebral, y que me iba a quedar frita.

Asustada por las fantasías, decidí pasar a la realidad y cambiar de sexo de verdad. Acerté.

La nueva realidad era tan interesante y tan complicada que me absorbió la atención. Pude olvidarme de las fantasías, no dándome cuenta de que me estaba olvidando de mi vida profunda, manifiesta en las turbulencias eróticas.

He estado diecisiete o veinte años viviendo en ese estilo tranquilo, contenta de haber superado aquellas fantasías tan llenas de placer como de angustia, pensando que en el fondo yo no deseaba de verdad a nadie, ni hombre ni mujer, que era asexual, y que esa era mi manera de ser.

Lo único con lo que podía despertarme un poquito era cuando pensaba en un muchacho muy guapo, muy varonil, a quien quise como si fuera mi hermano mayor, sólo por carta, y que después se desvaneció, y de cómo me acordaba una y otra vez de otro muchacho muy ambiguo, muy delicado, con un jersey negro de cuello de cisne a quien vi de verdad diez minutos en el Café Flore, de Paris, y recuerdo toda mi vida. Me decía que me gustaba porque en el fondo era como yo habría querido ser.

Sentimentalmente es posible; pero en realidad no hubo convulsiones eróticas al pensar en él. Por tanto, me quedaba en mí misma, y me vestía con su ambigüedad, su delicadeza, pero sin llegar más lejos.

Y ahora estoy temblando de erotismo, sintiéndolo realísimamente, físicamente, obsesionándome, y no pasajeramente, sino durante días enteros. Como estoy operada y soy más vieja, todo esto es algo más tranquilo que aquello, pero no mucho, y mucho más placentero.

Esta realidad, esta corporalidad, es como la firma de que esto me está pasando de verdad, que no es un pensamiento, algo que se pasa por la cabeza, sino una verdadera experiencia, como si hubiera conocido a alguien que hubiera llegado a mi vida.

Este alguien es nuevo, no lo comprendo, me ha metido en una confusión enorme, y sin embargo soy yo!

Yo misma! Quien ha llegado soy yo! Esto vale la pena recordarlo.

Yo de otra manera, yo olvidado, en medio de la racionalidad de la lógica de estos años, y sin embargo yo más bellamente, más inasiblemente, escapándome de las manos de cualquiera que crea que me entiende, como debe ser.

¿Qué he visto en esta experiencia?

Primero, la fuerza del Binario, que veo como dos cosas, dos páginas, dos cuadros de mármol unidos como por unas bisagras, como si flotaran en la realidad.

La hoja de los hombres y la de las mujeres. Cuanto más se abren estas hojas, más fuerte es la tensión o el deseo que nace de los hombres hacia las mujeres o viceversa; cuanto mayor es la diferencia, más atracción; más juntas, menos tensión; más separadas, más diferentes, una tensión inaguantable, que se traduce en líneas eléctricas entreveradas de chispas; pero dentro de cada hoja, el erotismo corre también arriba abajo, más o menos fuerte, creando la homosexualidad, que puede tener una tensión tan inconcebible como la que salta de hoja a hoja.

El Binario es por tanto un aparato cargado de erotismo; simplemente tocarlo, golpea como un latigazo.

En mis años de falta de erotismo, simplemente, no veía el Binario; ahora, desde el otro día, lo veo, y me sobrecoge.

Segundo, fuerte y alucinante, lo que me obsesiona, un ansia por sentir el Poder de los hombres –no me interesan las mujeres en este sentido- un deseo de sumisión, o de subordinación, o de protección, un ansia de una figura paterna que hace de mí una heterosexual, sorprendentemente una heterosexual femenina, mientras yo creía que no tenía sexualidad.

En este deseo se expresa mi erotismo, en el que tiembla de emoción el Binario: deseo la presencia de los Hombres y yo soy una Mujer.

¿Pero quién son quienes están en cada una de las inmensas hojas del Binario, que parecen flotar en el espacio, presencias descomunales, cada una compuesta de miles de millones de Hombres o de Mujeres?

Miremos primero el lado de los Hombres. Allí se encuentran, en primer lugar, millones y millones de personas que, ya lo sabemos, han desarrollado verga y testículos, y eyaculan, y pueden engendrar hijos, como si dijéramos la inmensa mayoría de la masa masculina.

Y entre esos hombres, hay algunos que son muy masculinos y otros que son muy femeninos y sin embargo sienten que son hombres y les gusta ser hombres y estar a este lado.

Pero si miramos con mucha mayor atención, veríamos entre ellos algunos que tienen una variación genital, los intersexuales masculinos, y que prefieren ser hombres. Pues también están entre los hombres.

Todos ellos sienten la atracción de una identidad masculina, un ideal masculino, una idea platónica con la que se identifican.

Y además de los intersexuales está otra masa, relativamente pocos relativamente, pero muchísimos, miles, que son los hombres por voluntad propia, que se han hormonado con andrógenos, han desarrollado barbas espesas, o simplemente, afirman que necesitan estar en el lado de los hombres, y lo están, sin hormonas, ni cirugía, nada de nada; hombres.

Todos hombres y sin embargo, una variedad de hombres, un conjunto difuso.

Y la hoja de las mujeres es parecida, también un conjunto difuso de mujeres, en el que estamos todas juntas, primero, las que de manera natural, de nacimiento, tienen vagina, útero y ovarios, y pueden concebir hijos.

Y después, las intersexuales, que aunque tengan órganos algo distintos de nacimiento, quieren ser mujeres, algunas de las cuales, bien visto, también pueden concebir hijos.

Y después nosotras, las transexuales, personas que somos mentalmente mujeres, o que queremos ser mujeres, nos hayamos operado o no, y tengamos pecho, vagina o no.

El conjunto de las mujeres, en el que en la práctica entramos todas, es también un conjunto difuso.

Y aquí estamos, frente a los hombres, en uno de los lados del casi infinito Binario que flota en los espacios, en el que están escritos los miles de millones de nuestros nombres, y lanza continuamente los rayos de su tensión erótica al otro lado, o la ve subir por el suyo propio, como si fuera por sus piernas, creando el amor lésbico.

En mi fantasía me veo siempre en este mundo de dos, en el lado de las mujeres, mirando al lado de los hombres; yo soy de este lado de las mujeres, no soy del lado de los hombres, no me interesa estar en él aunque deseo que los hombres me amen, me deseen, me protejan, me dominen (perdón), me hagan el amor...

Demasiado para mis sesenta y nueve años, pero estamos en la fantasía, y en ella puedo olvidarme y volver a mi juventud.

Pero acabo de contar una aventura que me ha sobrevenido de pronto; es una aventura mía, y no puedo pretender que lo que yo veo para mí sea lo que tiene que vivir todo el mundo.

¿Yo me sitúo en el sitio de las mujeres y mis aventuras las fantaseo con hombres? ¿Es que todas las mujeres fantasean con hombres?

¿Yo ansío un hombre que me proteja firmemente, y hasta me domine, mostrándome su poder y su seguridad? ¿Es que todas las personas, ni siquiera todas las mujeres necesitan a ese hombre?

¿Yo veo de manera profunda y natural un mundo dividido en dos, hombres y mujeres? ¿Es que todas las personas tienen que ver lo que estoy yo viendo?

¿Es posible que haya quien sepa cómo es, y que eso no se defina en términos de dos?

¿Es posible que haya quien desee a otra persona, sin definir a quien desea como uno en términos de dos?

¿Es posible que haya quien le cueste trabajo entenderse en los términos o femeninos o masculinos del lenguaje y no de su realidad?

¿O sienta su género como un fluido, libre de límites, que le permite avanzar por la vida como si fuera por un mar luminoso y variado?

¿Es posible que haya quien, en su niñez, no sabía muy seguro si era niño o niña, en qué lado de los dos estaba, y que además no le importase, o esperase cambiar cuando fuera mayor?

¿Es preciso que el Binario sea la única realidad, que nadie pueda estar fuera de él?

Binarismo no es saber que el Binario existe; es creer que sólo existe el Binario.

No-binarismo no tiene que ser, por tanto, negar que el Binario existe. Es afirmar que existen otras realidades.

Y quienes viven y existen fuera del Binario son muchos. Personas que siendo intersex quieren seguir siendo intersex, no meterse en ninguna de las dos hojas inmensas del Binario, y amar a quienes quieran, y que les amen quienes quieran.

Y personas transexuales, que con operación o sin ella quieren seguir estando en una identidad transexual, que cada cual puede definir a su manera, pero que se da sin definirse dentro del Binario

O personas ambiguas, que no quieren ser ni transexuales, pero que saben muy bien lo que son, cómo y por qué; los otros tendrán que preguntarles, pero ellas lo saben.

O personas asexuales que, por lo que sea, dicen algo así como que no quieren saber nada de esta historia tumultuosa, que están mejor fuera de ella.

Son muchas, inmensamente variadas, y tienen en común que, aunque cada una de ellas sea sólo una persona, aparentemente poca cosa, no quiere entrar en el majestuoso Binario.

Yo ahora sí; me he llevado la gran sorpresa de mi vida.

Ahora me entiendo mejor; y para demostrarme a mí misma que todo esto es real, me he vuelto a poner falda, cuando hace ya meses que usaba pantalones (de mujer), que me parecían más tranquilizadores, más discretos, más asexuales...

Y me he puesto una camisa que tengo, que me regaló mi hermana, que tiene unas rayitas doradas y me hace más estilizada...

Y he bajado a reunirme un momento con un amigo hetero que me dicho que hoy me ve mucho más femenina...

De broma añade: “Te voy a buscar un legionario que te ponga mirando para Cartagena”.

Y me ha recordado que hay una amiga suya que quier ir conmigo a que compremos ropa y por primera vez en diez años le he dicho que sí.