lunes, enero 31, 2011

Moral gaylesbitrans



Yo creo que la base de la moral está en la inocencia. Lo que veíamos como bueno y natural cuando éramos inocentes y el mal que nos horrorizó. Por cierto, muchas personas recordamos la inocencia de nuestros primeros amores o nuestras primeras identidades, no conformes como luego vimos con la norma.

Pero no voy a insistir en algo tan sólido pero amenazado como la inocencia. La moral también se funda en el sentido común. Si fuera bueno mentir, robar, matar o dañar corporalmente, no sería posible salir a la calle; ni permanecer seguro en la casa.

Lo digo sin fantasear, porque ésta es la realidad de ciertos territorios sin ley. O de ciertos ambientes de nuestra sociedad, en los que mentir, robar, hacer daño (por lo menos, no todavía matar), despreciar, ponerse ciego de placer egoísta, es normal. Se siente la necesidad de aire fresco frente a estas realidades! Por lo menos, a veces lo encontramos.

Demos un paso más. Por sentido común, es preciso que nazca un respeto a todas las personas. Quizá la inocencia nos pida una buena predisposición hacia todas, aunque luego la prudencia nos aconseje mantener los ojos abiertos.

Respeto en particular a los más cercanos. Y más a los más íntimos. Unas relaciones íntimas, con quienes hemos elegido para ellas, fundadas en el respeto mutuo, en la buena predisposición, en la confianza. Cualquier relación que no se base en estos principios, está condenada a su final, a la soledad, o a un infierno.

¿Por qué titulo esta entrada "Moral gaylesbitrans"? Simplemente, porque la moral para las personas gaylesbitrans es la misma que para cualquier persona, se funde en el sentido común o en la inocencia.

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