domingo, diciembre 19, 2010

Ejecuciones de hipotecas

Publicado en mi blog http://econuestra.blogspot.com el 27 de octubre de 2010


El diario "Ideal" de Granada dice hoy que tres familias granadinas pierden sus casas cada día por razón de sus hipotecas.

Si multiplicamos por 50 (es práctico y suele funcionar), en España serán 150 familias al día.

600 personas... 3000 cada cinco días, los laborables de una semana... unas 12.000 al mes... 144.000 al año... Los padres, los hijos que aprenden desde pequeños lo que es un desahucio, los abuelos que vivieran con ellos...

Ésta es una de las consecuencias más dolorosas de la crisis. ¡Perder la casa!

En su columna, Melchor Sáiz-Pardo, Defensor del Ciudadano de Granada, dice que puede haber remedios de emergencia, como períodos de carencia, renegociaciones de la deuda, ejecutar la hipoteca, pero dejar a la familia vivir en la casa...

Las hipotecas, normalmente, tienen una dimensión privada, pero en esta crisis, tienen una dimensión pública. Requieren soluciones públicas: legislación coyuntural, apoyos...

¿No es con dinero público extraordinario con el que se ha atendido a las necesidades de los bancos? ¿No será con medidas públicas extraordinarias con las que habrá que atender a las víctimas de la crisis?

¿No las estamos dejando hasta ahora entregadas al "sálvese quien pueda", en total soledad, como si fueran problemas privados?

¿No sería, la búsqueda de esas soluciones de emergencia, la micropolítica que demostraría que se está pendiente de los más perjudicados?

2 comentarios:

Pablo dijo...

Los "remedios" que propone el Defensor del Ciudadano de Granada son remedios envenenados. Actualmente los bancos ya hacen eso. Cuando una persona no puede pagar su hipoteca, aparece el banco bienhecho que le ofrece un periodo de carencia, o que incluso le dice "tranquilo, sigua viviendo en su casa y pague mientras tanto lo que vaya pudiendo".

Entre tanto, estos bancos bienhechores, están gestionando la venta del inmueble, y cuando por fin tienen comprador, ejecutan la hipoteca y desalojan al desgraciado. Además, si la venta se hizo por un valor menor al de lo que resta por pagar de la hipoteca, el desahuciado tendrá que continuar pagando hasta que liquide la deuda (es decir, si debe 100.000€ y la casa se vendo por 60.000€, perderá la casa, y, además, tendrá que pagar 40.000€).

Esto tiene tres consecuencias:

1) El mantenimiento del precio de la vivienda. En otras crisis semejantes, la gente ha vendido sus casas a la desesperada, pidiendo sólo el valor restante de la hipoteca. Actualmente la gente no lo hace porque cree que podrá mantener su vivienda gracias a las promesas de los bancos biehechores. Craso error.

2) El banco no sólo no va a perder nada de dinero, sino que puede negociar las condiciones que quiera con, por ejemplo, un gigante inmobiliario. Pueden permitirse vender el inmueble al precio que les ofrezcan, sin negociación, y no perderán nada. ¿Crisis? Para los bancos es la excusa perfecta que les permite enriqucerse a costa de sus clientes más desafortunados.

3) No recuperación del endeudamiento general de la población. Esto sólo trae el agravamiento de la crisis, y su prolongación en el tiempo.

Todo ello con el beneplácito, incluso el apoyo legal del Estado.

Kim Pérez dijo...

Gracias, Pablo.

Es terrible que la ley permita que se pueda perder la casa que avalaba una hipoteca, y que después de perderla, la deuda siga intacta.

Me parece que, si el banco ofrece que se siga en la casa y pagando lo que se pueda, los pagos que se hagan resultarían gratuitos si luego se vende la casa por una cantidad superior a la deuda.

¿Alguien advertirá al deudor?

Las moratorias se entienden como normas excepcionales en circunstancias excepcionales. ¿No estamos en una circunstancia excepcional, la crisis?

Kim