miércoles, marzo 09, 2011

Mi Religión: el Uno






Una tarde, sentado en el suelo del comedor al despachillo de mi padre, con unos nueve años, jugando con la tartana y su mulico de lata, deseé fuertemente tener un juguete en el que pudiera poner toda mi atención, sin dispersarla en muchos, y que valiera por todos. Me puse a buscarlo mentalmente, sabiendo que no lo encontraría, y estuve así varios días.

Deseé el Uno, lo que lo une todo, que sé ahora que tiene que existir para que todo lo que digamos de la realidad sea coherente. La búsqueda de la Teoría Única de la Física, que supere las incoherencias aparentes entre la Teoría de la Relatividad y la Cuántica, se encuadra en este Deseo del Uno, de la coherencia, que llega a ser el deseo de ver la propia coherencia.

(No trato de hacer una Teoría del Uno; el Uno es anterior a toda Teoría, es lo que hace posible la Teoría: argumento ontológico en el que se pasa del pensamiento especulativo a la consideración de la práctica)

Dada la relación entre la Matemática y la Física, es el Límite o Atractor Estadístico Universal. Existe en la dimensión exacta e inmutable o eterna de las Matemáricas.

Pero si es el Uno, es el Atractor Absoluto, más allá de todas las distinciones y todas las dimensiones. Está más allá del colapso del tiempo o singularidad que precede al Big Bang.

Si es el Atractor Absoluto, todo lo demás le es relativo. Yo soy relativo a ese Atractor Absoluto.

Si yo le soy relativo, hay para mí un bien y un mal.

Mi bien es acercarme al Atractor Absoluto, mi mal es alejarme.

Puesto que soy prioritariamente una consciencia, mi bien es tener cada vez mayor consciencia del Atractor Absoluto y mi mal, perderla.

Como yo soy consciencia, el Atractor Absoluto será más que consciencia, y a la vez menos que consciencia.

Como consciencia, será consciencia de todo. "El que todo lo ve". El que a todas las consciencias atrae, incluso a la sufrientes y desesperadas, y a éstas más que a otras.


No soy la única persona que ha sentido el deseo del Uno lo sintieron los hebreos históricamente, pasando de la adoración de muchos númenes a la de Uno, el Dios.

Pero yo lo sentí independientemente, por mi cuenta, jugando. Es decir, cualquier persona lo puede sentir por sí misma.

Y no conviene estudiar esta historia prioritariamente desde sus textos arcaicos, que llevan al dogmatismo y la confusión, sino siempre desde el análisis filosófico y racional, fresco y directo, de la realidad.

Pero si no hubiera sido por el desarrollo de este sentimiento en las religiones monoteístas, en mí se hubiera quedado en una aspiración vaga, apoyada casi sólo en ese recuerdo de niñez, que me sorprendería, pero que casi no sabría llevar más allá en algunas intuiciones más sutiles como la del amor divino, o la de que la presencia universal sea consciencia universal

4 comentarios:

Ángela Yi dijo...

Hummm, pues, según lo explicas es Lao Zi (Lao-Tse)... Es el Tao, el Atman...

Yo no veo a Yavhe, ni a Allah, por los que sabes que siento una repugnancia instintiva (por eso quizá no los veo en tu descripción).

La "teoría del campo unificado" que fundiría la física teórica con la física de partículas, es Lao Zi (en mi opinión, claro).

¿Ves Kim?, ahora me has estimulado de tal modo las neuronas, que pienso arrojarme salvajemente sobre el "Dao De Jing" (Tao-Te-Ching)...

Siempre me ha fascinado la coincidencia temporal de Lao Zi, Confucio (Kong Zi), Buddha y Pitágoras... 500 años antes de Cristo...¿no podían estar un poco más repartiditos?...

Besos!!

Kim Pérez dijo...

Querida Ángela,

el deseo del Uno es una demanda de coherencia lógica; lo más que puedo entender ahora de aquel sentimiento infantil, era que ansiaba ver el Uno que está dentro de todo: es decir, la coherencia total, la coherencia como realidad.

Nuestra cultura presupone que todo es coherente: por eso pensamos con un solo sistema lógico, suponemos que todo es traducible a una sola sintaxis (por eso buscamos la Teoría Única de la Física)

Como el Uno final estará posiblemente donde el tiempo, el espacio y la razón colapsan ("antes" del Big Bang"), probablemente el Dao, el Nirvana, etc (que no se pueden razonar) lo intuyen, lo ven en sí, pero es útil racionalmente verlo desde fuera, desde aquí, cuando sólo nos acercamos a él.

Kim

Ángela Yi dijo...

Has leído algo sobre la "teoría de cuerdas" (y las quiza 14 dimensiones paralelas asociadas)??...

Yo no me aclaro mucho, pero me resulta útil la imagen de las cadenas numéricas verde-fosforito de Matrix, que forman parte de todo lo material en la peli... Es evidente una tal inteligencia subyacente en ese esquema, que es hasta ocioso considerar la existencia de dios...

Besos!

Mara dijo...

Me apunto al trasiego. El Uno es el Todo, lo que siendo nada todo lo abarca. El Uno, el Todo, el Nirvana...están Aquí y Ahora, cuando se extingue la distinción entre sujeto y objeto, observador y observado, dentro y fuera. La no-dualidad. Cuando se diluye el ego puedes sentir que formas parte de todo. No respiras, eres la respiración. No oyes, eres los sonidos. No piensas, eres lo pensado. Esto se puede experimentar en la meditación.
Besos y feliz cumpleaños