jueves, marzo 27, 2014

En la ancianidad



He entrado en las grutas penumbrosas de la ancianidad y me encuentro ahora lo extrañamente bueno: la conciencia de la mortalidad.

(Cuando tenemos más tiempo por delante, nos consideramos inmortales)

En mi caso, reforzada por la conciencia de fragilidad: como tengo un angioma o cavernoma, una malformación cerebral quizá congénita, puede ser que de pronto me produzca un derrame con consecuencias de parálisis, o coma, o muerte…

Lo bueno de esto es que nos sitúa mejor en la realidad humana.

A mí me da ganas de trabajar. He llegado a un lugar y a lo mejor puedo llegar a otro.

¿En dónde estoy?

Lo más importante. Hace pocos años, recibí un regalo consistente en dejarme ver una parte del mecanismo del mundo, la de que mi voluntad puede querer lo que quiera, pero hay otra voluntad que me llevará a donde ella quiera. Puedo enfurecerme o aceptarlo, pero esto es lo que hay. Fue como si alguien me hiciera un juego de magia, o me gastase una broma. Lo más curioso es que usó símbolos de mi transexualidad, un espejito en forma de cajita redonda, unas medias, como si lo aceptara. Puede ser que le haga estas bromas a todas las personas, a muchas quizá en el momento de su muerte.

Otra cosa. Hace veintidós años, recibí otro regalo, esta vez humano, que me dio el punto de partida para enterarme de mi genealogía, muy bien, con mucho detalle; pues pasado el tiempo, he comprendido que su parte más interesante es mi modesta familia Pérez, de Loja, sobrenombrada de los Farfanes, porque creo que fue judía y seguro promasónica hasta 1874; y luego, católica y antimasónica, desde 1874. A mí me ha tocado descubrir sus orígenes… Y todo esto tiene mucho sentido.

Como yo he sentido desde mi niñez la pasión de la unidad (un juguete en el que poner todo mi corazón y no dispersarme… un dios), todo esto me ha ayudado a declararme judía… y tengo que ser antimasónica, porque lo masónico es el sistema, el capitalismo; yo tendré que ser antisistema, pero creyente. Judía en lo importante: apasionada por un único dios, ‘El o Eloah (luego Allah), no Ieoua (el de las cinco vocales)… librepensadora… racionalista… crítica respecto a la Biblia, en la que hay verdades y mentiras… despreocupada de ritos, ceremonias y festividades… y seguidora de las enseñanzas de Yehoshua ha Natzrathi, Mélej ha Yahudim, en dos puntos básicos: amar a ‘El sobre todas las cosas y al vecino como a mí misma.

En aplicación de esta segunda enseñanza, estoy en contra de una cosa, y a favor de dos.

Estoy moralmente contra la recomendación del aborto, de primeras, porque se aplica al niño y a la madre lo de “no quieras para otro lo que no hubieras querido para ti”. Creo que cada mujer, antes de tomar su decisión, debe pensar dónde está el bien y el mal, que existen realmente, porque cualquier decisión es buena o mala, acertada o errónea, y cuál bien es mayor que cuál mal. Esta decisión es independiente y más importante que cualquier disposición legal, que por otra parte acaba por dar derecho a vivir a ciertos niños y no a otros.

Más sobre quién debo querer como a mí misma. Como he sufrido lo que he sufrido, en mi caso desde los siete años, debo querer como a mí misma a las personas transexuales y en particular a las menores de edad, que están más indefensas. Es una cuestión de identidad, nada menos de qué eres, de cómo eres. “¿Tú lo sabes?”, dice mi amiga Merche; “yo lo sé”.

Y de manera bastante parecida, a las personas homosexuales. Me puedo figurar lo que sentirá un adolescente que se da cuenta de que se enamora de su compañero y no de su compañera. Incluso contra su voluntad. Y que todavía tiene que meterse en un armario, donde yo estuve tantos años. Es una cuestión de amor, y quisiera que pudiera vivir ese amor.

¿Y qué puedo hacer, en estas cinco cosas, mientras tenga tiempo?

Pues hablar de ellas.

Esta noche, me desperté a las cinco, me levanté, busqué algo para leer y entretenerme, la mano se me fue para una revista sobre filosofía, me figuré que iba a ser importante, y así ha sido. He sentido la necesidad de definirme, me he agobiado, pero he conseguido escribir mi definición en este artículo.


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