martes, octubre 16, 2012

Combate por el Bien contra el Mal


  1. Lo que más me gusta
    De lo que está a mi alcance
    Es combatir
    No en una pelea a golpes
    Y sudores
    Ni en una guerra que mate o mutile
    Entre humaredas
    En la que se salga a la calle sin saber si se vuelve
    O un cañonazo te reviente los tabiques
    Sino en algo mucho mejor
    ...
    Y más apasionante
    Una causa moral
    Contra el Mal,
    Usando la inteligencia
    Como arma,
    Sintiendo su niebla fétida.
    Por eso sé que tengo alma de milicia,
    De militante, de militar,
    Y me encantaría llevar un uniforme blanco,
    Símbolo de disciplina,
    Aunque mi sexo sea pasivo
    Y asustadizo
    Y hasta sumiso
    Pero nada más que mi sexo,
    Y como no tengo con quién sentirlo
    No me queda más alegría
    Que el combate contra el Mal
    Que me amenaza.
    El Mal es sombrío,
    Ni oscuro, ni claro,
    Y por eso se parece
    A las alegrías turbias
    De la adolescencia
    Cuando todo es deseo infinito
    Y ninguna experiencia.
    Paso a paso, por la alegre licencia,
    Hasta llegar al despeñadero.
    No tiene orden el Mal, no lleva
    A ninguna parte, excepto
    A la propia destrucción,
    Porque no sabe hacer,
    Sólo deshacer,
    Por eso, el combate que anhelo,
    El que justifica mi racionalidad,
    Es por la fe en un sentido
    Que me haga luminoso,
    Discretamente,
    Frente a la tiniebla
    Que inunda las galaxias.
    Pero me fascina
    Mirar al Enemigo
    Más que al Amigo
    Como si yo no fuera
    Lo bastante fuerte
    Como para acostumbrarme
    Al hábito del Bien
    Y me limitara
    A señalar el Mal,
    Donde allí palpita
    Tras sus velos grises.
    Frente al duro deseo insaciable,
    El Bien es el Sentido,
    La Ordenación,
    El trabajo permanente,
    Enfrentándose a los obstáculos,
    La humildad ante el fracaso
    Cuando es definitivo.
    Lo hemos visto todos
    Y sabemos dónde está.
    El Bien es el beso tranquilo
    De una madre que me quiera
    O la firmeza de un padre
    O el cariño de un amigo
    O una amiga.
    No es apasionado
    Pero es sólido,
    Permanece a mi lado
    Como si venciera al tiempo.
    Necesita reflexión,
    Si me alejo del sol de la cocina.
    Porque el Mal me hace soñar
    Que todos lo infinitos están abiertos
    Y no hace falta más que tender la mano,
    En ejercicio de mi derecho de explorar,
    Hasta que descubro que me ha mentido
    Y hay solo un infinito abierto
    Que no es el del placer
    Sino el de la ternura, el cariño, el respeto,
    Que mi amado sea
    Más grande para mí que yo mismo.
    ¡Es muy sencillo!
    ¡Es experiencia común!
    ¿Por qué el Mal grita y chirría queriendo extraviarnos?
    ¿Por qué se ensaña con los niños?
    ¿Por qué arrastra a más de la mitad en esta vida
    Incluyéndome a mí,
    Que estamos más a gusto en su aire turbio
    Que en en la atmósfera resplandeciente?
    ¿Es que odia a los seres humanos
    Porque podemos verlo?
    ¿Es que quiere condenar
    El orden de la materia?
    Pues yo quisiera no odiarte
    Ni siquiera a ti
    Si tuviera la fuerza
    De resistirme.
    Bien, te ruego
    Que el sol brille en mi corazón
    Y la mañana tenga para mí sentido
    Y sepa lo que tenga que hacer
    Siendo capaz de hacerlo
    De manera que esté en mi alma
    El amor, estable,
    Como ahora no lo está,
    Para que resista con naturalidad
    A los terribles zarpazos
    Que el Mal me lanzará
    Y llegue a ver con serenidad
    El inmenso horizonte
    En el que todo es uno.

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