Afirmación. En nuestra concepción cultural, los seres vivos somos entidades separadas y los animales, centros de percepción que configuramos subjetividades: deseamos, gozamos, sufrimos. Cada cierto tiempo, un centro de percepción se extingue y una subjetividad desaparece.
Objeción. Sin embargo, de nuevo en nuestra cultura, la extinción de la subjetividad resulta muy dolorosa y hasta el mayor sinsentido: yo que veo, me siento tan importante o más que lo que veo, para el conocimiento. Pero yo me extinguiré, y lo que veo seguirá.
Hipótesis para una solución. Algunos indicios hacen pensar que la afirmación de partida es errónea. Hay una percepción extrasensorial que entendemos como comunicación, pero se podría entender como percepción en un plano único, subyacente, manifestada a la consciencia a la vez en varios centros de consciencia.
Hipotetizo un substrato del conocimiento que puede ser material o no. En este segundo caso, podría pensarse en una realidad como las Matemáticas, pensable, invisible, pero que organiza la materia, de manera coherente y, por tanto, con sentido. Con lo que se acabaría el sinsentido.
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