jueves, abril 12, 2007

Estoy aquí, no me he ido.



Estoy aquí. Hace unas semanas mi atención está puesta en otras cuestiones, lo que me parece la conclusión perfecta para una persona disfórica de género: que ya no se obsesione en absoluto por lo que ha sido su obsesión, que pueda dedicarse a otras cosas, pensar en otras cosas, como todos.

Éste es el resultado del proceso, hay que reconocerlo. Si no hubiera podido hacerlo, sé que a estas alturas estaría tristísimo -tendría identidad social masculina-, angustiado, sentiría la vida como una grandísima estafa y mis sueños no cumplidos en absoluto aparecerían irrealmente perfectos en mi imaginación.

Ahora, para qué decir otra cosa, me siento algo triste, pero también algo contenta por lo que he conseguida, angustiada ante la vejez y la muerte como todo quisque, siento la vida como una estafa mediana, en la que he conseguido desde luego algunas alegrías -después del proceso- que no se me olvidarán y los sueños los veo con el realismo de quien ha tenido la oportunidad de medio hacerlos reales y ver a dónde llegan y a dónde no llegan.

En fin, lo normal en la vida, no mucho, pero tampoco poco, si lo comparo con que estuve en peligro de no tener nada, y de acercarme al pasillo de la muerte con la sensación de que en mi vida no había habido nada, aparte de mucho sufrimiento.

Lo ha habido. Puedo contar muchas cosas hermosas, con la alegría de que hayan pasado y la nostalgia de que estén pasadas. Puedo hablar mucho rato de todo eso. También de las cosas penosas, pero no son ya las únicas, como lo fueron, no sería sincera si me callase las buenas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que yo opino es que cuando se padece disforia de genero todos los razonamientos que se puedan hacer con relación a la disforia creo que son razonamientos que no son objetivos sinó que son razonamientos a partir de esta disforia que se sufre, pues, como tu Kim has dicho muchas veces, tu crees o piensas que el origen de la disforia viene o puede venir debido a algun tipo de trauma...entonces yo pienso que de lo que se trata es de eliminar este trauma para que desaparezaca la disforia con el tratamiento psicológico adecuado...pues, por ejemplo, si una persona padece cleptomania no se le da un mono negro, un pasamontañas y una pistola para que pueda realizar su cleptomania he ir por ahí haciendo sus robos, sinó que con una terapia adecuada se pueda conseguir que supere el trauma que le ocasiona la cleptomania y poder así hacer una vida normal sin estos impulsos.

Pues imagino que una persona que padece disforia de genero, con una terapia adecuada pueda salir del trauma que le ocasiona este conflicto y no desear así vivir en el genero que su disforia le impulsa...ahora bien, si con una terápia se acentua su disforia o se alimenta su disforia de genero encuentro normal que se quiera vivir en el genero que su disforia le ocasiona.