He tenido en la imaginación a
unos Delfines, nadando en aguas profundas, participando en ese ballet formado
cuando acometen a un banco o cardumen de Sardinas o Boquerones u otros
pececillos que giran en sincronía.
Toman sus vidas para alimentar la
suya.
También se defienden en grupo,
dando fuertes topetazos a los feroces Tiburones que se atreven a atacarlos.
Forman sociedades que se
comunican fuertemente entre sí, con un complejo lenguaje de chirridos,
silbidos, yo no sé, algo extraterrestre (= fuera de la tierra firme) En medio
del grupo, nadan algunas madres acompañadas de cerca por sus pequeños.
Trato de saber lo que es de ley
natural y lo que no, para los Humanos. Somos racionales, menos instintivos, y
tenemos que pensarlo, aunque a veces nos equivocamos... eso es ser humano...
tenemos que ser disculpados de nuestros errores...
Puesto que hablamos de algo
natural, tenemos que meternos en la Naturaleza, en el Reino de los Animales,
para estudiar cómo viven, y entendernos así a nosotros, en cuanto que somos
Animales.
Lo primero que suele funcionar en
ellos es el llamado Instinto de Conservación, tanto individual como, en según
qué casos, colectivo.
Sentimos ese instinto como hambre
o sed, que nos obligan a reponer lo que necesitamos, y lo que es más duro, los
Animales agrediendo por necesidad a otros seres vivos, vegetales o animales,
aunque la sensación de saciedad modera nuestras agresiones.
También tenemos unos Impulsos de
Reproducción, que nos llevan a tener hijos, de manera impulsiva, objetiva, aun
sin entender lo que estamos haciendo, derramando por ejemplo los Peces miles de
óvulos en los mares, cuyo olor, supongo, excita en los machos el derrame del
esperma, que los fecunda sin que madres ni padres tengan noticia alguna de lo
que ha pasado.
Pero en las Mamíferas, hechas
para cuidar a sus hijos dentro de sus mismos cuerpos, también existe el impulso
de cuidarlos cuando nacen, lamiéndolos, limpiándolos, y dejándoles mamar y
seguir junto a ellas mientras lo necesitan.
Por cierto, hay por lo menos una
especie en la que son los machos los que se quedan preñados y luego paren: en
los preciosos Caballitos de Mar o Hipocampos, que son Peces, primero el macho
fecunda a la hembra, y luego ésta, mediante un pene, pone los zigotos u óvulos
fecundados en el vientre del macho, que empieza su preñez y llega al parto. No
sería imposible que en algunos Extraterrestres (= de fuera de la Tierra)
sucediera lo mismo.
El Instinto de Conservación, los
Impulsos de Reproducción, al actuar en nosotros, los Animales, pueden llevarnos
o no a formar sociedades, para mejor defendernos, para mejor reproducirnos. Hay
Animales bastante solitarios, como los Tigres. No hay reglas generales, porque
sus primos, los Leones (o mejor, las Leonas), son sociales.
Pero se puede decir que los
Mamíferos Sociales hemos elegido la Sociedad como ley natural para nosotros.
Dentro de ella, las leyes
naturales que las rigen son bastante diferentes. En las Leonas, los machos
duermen y rugen e intimidan, pueden matar a las crías, y las hembras las
defienden, también a rugidos feroces, cazan y supongo que llevan la vida
social. En las poderosas Elefantas, los machos, una vez criados, son expulsados
de la Manada, y viven solos y malhumorados y vuelven a ella sólo cuando el celo
despierta el deseo de las hembras; son sociedades de madres con sus hijas e
hijos, ayudadas por sus hermanas o primas para criarlos.
Las relaciones sexuadas son por
tanto muy variables, según las especies, y no hay para regirlas más ley natural
universal que la defensa de los hijos.
Hay Animales rigurosamente
monógamos, como los Lobos y las Tórtolas, que forman parejas de por vida, pero
la mayoría no lo somos.
En los Bonobos, parientes
cercanos nuestros, la única relación estable es la de madre/hijo y su memoria
es la bastante para que dure toda la vida. La sociedad bonoba agrupa por igual
a machos y hembras, y la sexualidad entre todos y todas es libre, a ratos
hetera, a ratos homosexual. Los varones (merecen este digno nombre de autoconciencia)
no saben que son los padres biológicos de los niños y por tanto sus familias
son sólo maternas. Los varones son más fuertes, pero más individualistas, y las
madres son las que organizan la vida social.
Es un sistema bastante parecido
al que vivimos los Humanos en las fases de nuestra cultura en las que hemos
sido matrilineales, es decir, que hemos tenido en cuenta, como los Bonobos,
sólo la relación madre/hijo, extendiéndola, por nuestra mayor memoria, a las
abuelas, etcétera. En esas fases, parece que la sexualidad puede haber sido más
despreocupada y que a menudo no se ha sabido muy bien la relación entre
sexualidad y paternidad.
Por tanto, la única ley natural
humana para la sexuación y la reproducción, es la relación madre/hijo. Las
demás, son culturales, variables. Son culturales las familias patrilineales,
sean monógamas o polígamas. Las familias formadas por mujeres. Las familias
formadas por varones.
Cuando históricamente se ha
implantado, como excluyente, el modelo patrilineal, el llamado patriarcado (que
no ha existido siempre), como las familias patrilineales son precarias, por la
inseguridad de la paternidad, los varones patriarcalistas (que no son todos)
tienden a dominar y encerrar a las mujeres, y a atacar incluso a muerte a otros
varones que no comparten su propósito de dominio, por ejemplo los homosexuales.
Por tanto, es mejor un modelo como el actual, en el que se puede optar entre
matrilinealidad y patrilinealidad, entre las relaciones heteras y homosexuales,
entre las madres solteras y los padres solteros, todo ello cultural.
Los Humanos somos también
Racionales, Animales Racionales. Entre nosotros, la ley natural se convierte en
ley racional. Sabemos que la racionalidad nos obliga y a la vez es nuestra
mayor fuerza. En una duda, cuando sabemos que algo es lo racional, lo lógico,
nos sentimos obligados y legitimados para seguirlo. Si es de verdad lo
racional, los otros humanos lo reconocerán, más pronto o más tarde, porque
mejorará las condiciones de nuestra existencia, conscientemente además.
Es de ley natural y racional que
personal y colectivamente deseemos proseguir nuestra existencia, extender
nuestras vidas personales en lo posible, no extinguirnos. Es de ley natural y
racional que protejamos a nuestros hijos. Es de ley racional que, para estos
fines, elijamos libremente los medios, asociándose mujeres, asociándose
varones, o mujeres con varones, uno con una, o una con varios, o uno con
varias, como mejor nos venga, poniéndonos las personas más intersex, como yo,
donde queramos. No hay nada natural que lo impida.
Ciertamente, mi familia
sentimental es mi madre, mi abuela, mi bisabuela (muy matrilineal) Mi familia
económica es la de mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo (bastante patrilineal) Mi
familia personal son mis amigas y mis amigos, que me dais muchas alegrías y
mucho cariño, aunque en mi caso no haya hijos. Que cada cual piense en cómo es
su familia y cómo le gustaría que fuere.
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