Pensaba esta madrugada, según me iba despertando, en que las
necesidades y las soledades de los pobres seres humanos nos ponen como primera
obligación prestarnos atención unas a otros y dejar de mirar al vacío, a la
hipótesis de Dios, para mirar a donde hay personas reales… Esto creo que es
verdad…
Pero en esto me
acordé de mi miedo a la incomunicación por privación de los sentidos. Esto le
sucede a algunas personas, es real. No pueden comunicarse con el mundo exterior
porque sus sentidos fallan por una lesión cerebral. Es pavoroso.
Voy a explicar qué se
puede sentir (yo he vivido algo parecido durante unos minutos al salir de un
coma inducido) La sensación es de negrura. Se puede estar lúcido. Entonces, si
es duradera, se comprende que la consciencia se ha quedado sola, encerrada en
su cuerpo. Parece que entonces pueden alternar los períodos de sueño, con los
sueños despiertos, etcétera. Supongamos que se llega a períodos de lucidez. La
consciencia se ha quedado desconectada de los otros seres humanos. Sola. Será
natural que piense que alguna inteligencia pueda entrar en la suya, comunicarse
con ella, oírle, responderle, ayudarle, quizá curarle. Pensará en Dios y le
pedirá quizá a gritos que le oiga y le acompañe en esa terrible situación. Si
esa inteligencia existe, quizá se haga ver y quizá no. Si no existe, desde
luego, no.
De todos modos, sólo
que esto sea posible, y situaciones peores que a veces se descubren en los
periódicos, nos hace ver la verdadera naturaleza de este mundo en el que hemos
nacido. Como las leyes físicas y corporales pueden imponerse en él sobre la
consciencia humana, puede ser un verdadero infierno o purgatorio según haya o
no esperanza. Esto nos hace pensar en la naturaleza humana, sometida a estos
riesgos.
¿Existirán en otros mundos naturalezas libres de la
dominación material? Puede ser. ¿Existen naturalezas más sometidas que la
nuestra, que puedan sufrir por ejemplo sin poder entender nada de su
sufrimiento? Sí, están en este mismo mundo, son los animales. ¿Puede ser que este
mundo sea de prueba para seres como nosotros, conscientes, sensibles, pero
expuestos a que la naturaleza se ensañe con nosotros? Quizá.
En todo caso, cuando
se piensa en todo esto, es natural salir con una comprensión y compasión más
profunda hacia todos los seres humanos, tan expuestos al sufrimiento como yo.
Hermanos, hermanas, hermanes, aunque no lo sepamos, y parezcamos muchas veces
hermanos enemigos. ¿Está esa inteligencia dentro de nosotros mismos, somos
nosotros mismos, sabiendo más de lo que creemos, ocultos a nosotros mismos por
mil velos, pero que al fin aflorará, feliz, liberada de sí misma, segura,
eterna, la Inteligencia del Universo y de Más Allá del Universo?
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